Una nueva amenaza que atenta contra la libertad de prensa y expresión, en la forma de una querella por calumnia, difamación e injuria, es promovida por el subcomisario Pedro Regalado López Ibarra contra el director de La Clave, que publicó justificadas sospechas sobre la supuesta complicidad del agente policial con una gavilla de asaltantes y violadores, luego de hallarse su uniforme y otras pertenencias en poder de Julio Resquín López, cabecilla de la banda criminal y prófugo de la justicia.
En una serie de notas, este diario se hizo eco de la grave situación ocurrida en las zonas de Yguazú, Tavapy y Santa Rita, donde esta gavilla sembraba el terror, mientras Pedro López supuestamente era el encargado de ofrecer “seguridad” en su carácter de policía, sin embargo, al final objetos suyos estaban en manos de los delincuentes, lo cual con justa razón echa un manto de dudas sobre su trabajo en el distrito de Yguazú.
El subcomisario Pedro Regalado López Ibarra presentó una querella por supuesta difamación, calumnia e injuria, contra el director de La Clave, Reinaldo Lugo. La acción está patrocinada por la abogada Luciana Mara Ferreira Folgerine, ante el juzgado de liquidación y sentencia de Ciudad del Este, en un claro intento de amedrentar y “cerrarle la boca” a la prensa. En un escrito paupérrimo, presenta como “pruebas” solamente la publicación del diario y cuatro supuestos testigos, por lo que la misma debería ser desestimada por el juzgado interviniente, según indicaron abogados consultados sobre el caso.
Lo que motivó al agente policial a recurrir a esta acción es que La Clave se hizo eco de un hecho muy llamativo ocurrido en el marco del “Operativo Heiwa”, ejecutado a mediados del mes pasado, ya que se produjo el hallazgo de indumentaria policial y otras pertenencias, propiedad del subcomisario Pedro Regalado López Ibarra, en el domicilio de Julio César Resquín, ubicado en Tavapy, y allanado por personal del Dpto. Antisecuestros y el agente fiscal Alfredo Acosta Heyn, quien trabaja en el caso, conjuntamente con la fiscal antisecuestros, Zunilda Ocampos.
Fueron hallados la campera con el portanombres de López, chaleco táctico de la Policía Nacional y municiones diversas, entre otras pertenencias, que serían del citado uniformado. El mismo hasta hace poco se desempeñó como jefe de la subcomisaría 16ª del km 60, colonia Santo Domingo, donde tuvo una actuación muy criticada, ya que en el tiempo que permaneció como jefe policial en dicho lugar, la Policía no logró desbaratar a esta gavilla de criminales, cosa que recién fue posible con la intervención del Crio. Nimio Cardozo y su equipo del Dpto. Antisecuestros de la Policía de la capital del país.
Por ello y ante los datos proveídos por colonos de Yguazú y de la Asociación Japonesa de Yguazú, cuyos datos se mantiene en reserva, amparados en lo que dicta al Art. 29 de la Constitución Nacional, que “El ejercicio del periodismo, en cualquiera de sus formas, es libre y no está sujeto a autorización previa. Los periodistas de los medios masivos de comunicación social, en cumplimiento de sus funciones, no serán obligados a actuar contra los dictados de su conciencia ni a revelar sus fuentes de información”, se publica las sospechas justificadas sobre posibles vínculos o incluso complicidad policial con los delincuentes, de los cuales cinco detenidos detenidos y al menos otros tres, entre ellos el jefe del grupo, permanecen prófugos.
El subcomisario Pedro Regalado López Ibarra es un funcionario público y, como tal, tiene la responsabilidad de aclarar las denuncias que lo afectan directamente. En ese sentido, las páginas de La Clave siempre estuvieron abiertas para que cualquier persona afectada por alguna publicación pueda ejercer su derecho a réplica, que está consagrado en la Carta Magna, sin embargo, el alto jefe policial decidió ir directamente a una querella judicial, evidenciando con eso la clara intención de amedrentar y acallar a la prensa.