Oisu’úta 25 años de cárcel por abuso sexual de su sobrino, menor de edad
Un sujeto hallado culpable de jejavyky contra su sobrino menor de edad en la ciudad de Santa Rita oñecondena a 25 años de aipo pena privativa de libertad, he’i pe colegiado de sentencias. Upéicha odispone los jueces de sentencia Marino Méndez, Zunilda Martínez y Herminio Montiel, opa kuévo el juicio upe viernes ka’aru en el tribunal local.
Según las diligencias llevadas a cabo por el fiscal José Silguero, los abusos oñepyru en el año 2018 en el interior de la vivienda donde residían el mitã’i, sus familiares y el tío depravado que aprovechaba los momentos a solas para someter al menor. Ndaje, el niño tenía solamente nueve años, oñepyru hagua la mba’e vai jejapo. Eran toqueteos, hasta que cuando cumplió sus 10 pirulos fue sometido sexualmente, según las pruebas.
Aipo Cámara Gesel, ndaje, fue determinante para la conclusión del proceso, ya que el menor víctima, omombe’u ña sicólogape los abusos y las circunstancias en que era sometido bajo amenazas voi, durante mucho tiempo en la vivienda familiar.
JEJAGARRA Y ADENTRO
Hechas las diligencias primarias, karai fiscal ordenó la detención preventiva del ahora condenado, que una vez cumplida por los volái kuéra fue llamado a presentar aipo descargo mba’embo. En todas las oportunidades, se negó a declarar en indagatoria y, en consecuencia, no colaboró con los investigadores. Matasanos kuéra de la Fiscalía confirmaron que el niño habría sido sometido sexualmente itio pópe.
Las sospechas de los padres se iniciaron cuando el niño ndo pytasevéi ha’eño con su tío depravado, ha upéi omombe’u los hechos a sus túa kuéra que pya’e porã radicaron denuncia y se inició el proceso puku contra el ahora sentenciado a 25 años de cacerolita.
Karai fiscal presentó todos los elementos probatorios ombyaty va’ekue a lo largo de la etapa preparatoria y acusó al procesado ha ojerure su enjuiciamiento público. En esa etapa, Silguero ojerure al colegiado de sentencia los 25 años de ñeñongatu para el degenerado. Los miembros del tribunal de sentencia omombe’u al acusado, que los siguientes 25 años estará en prisión para pagar su cuenta con la justicia.
El código de la niñez y la adolescencia prohíbe la identificación de las víctimas menores, upévare no se cuentan los nombres de los protagonistas.
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