
El presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva expresó su preocupación por el aumento de la criminalidad en el Brasil, por lo que dispuso un conjunto de medidas, entre ellas desplazamiento de tropas de las Fuerzas Armadas hasta la frontera con Paraguay y Bolivia, cubriendo los estados de Mato Grosso do Sul, Paraná y Mato Grosso. El mandatario brasileño firmó además un decreto destinado a asegurar los aeropuertos de Río de Janeiro y São Paulo.
Lula enfatizó directamente la situación en los tres estados limítrofes con Paraguay y Bolivia, por donde entra una considerable cantidad de drogas y armas que abastecen a las facciones criminales.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, destacó el papel de la IV Brigada del Ejército en Dourados y aseguró que las labores se llevarán a cabo en concordancia con la Operación Ágata, pero con una intensidad mayor, al menos hasta mayo de 2024.
Dino hizo hincapié en que, en términos de las fronteras, no se requerirá la activación del decreto GLO (Garantía de la Ley y el Orden), dado que las Fuerzas Armadas ya colaboran legalmente con la Policía Federal.
Según las medidas anunciadas por el Gobierno, el Ejército y la Fuerza Aérea intensificarán de inmediato las operaciones relacionadas con la franja fronteriza de Brasil con otros países, con un enfoque especial en Paraná, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
SEGUIMIENTO
Se establecerá un comité de seguimiento compuesto por las Fuerzas Armadas y la Policía Federal, que trabajará bajo la coordinación del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y el Ministerio de Defensa.
Ambos ministerios presentarán un plan de modernización tecnológica destinado a fortalecer las acciones de la Policía Federal, la Policía Rodoviaría Federal, la Policía Penal Federal, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en los puertos, aeropuertos y fronteras.
Además de expandir las actividades de inteligencia y los operativos de la Policía Federal para detener y confiscar los bienes pertenecientes a organizaciones criminales, se aumentará el personal y el equipamiento, así como el despliegue adicional de agentes de la Policía Federal y de la Fuerza Nacional en São Paulo, Río de Janeiro, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná.
Cabe resaltar que de los 79 municipios de Mato Grosso do Sul, 45 tienen una parte o la totalidad de su territorio ubicado en la frontera con Paraguay y Bolivia. Esta franja, que abarca 150 kilómetros de ancho, suma un total de 143 mil kilómetros cuadrados, equivalente al 40% de los 357,1 mil km² que constituyen el territorio de Mato Grosso do Sul.
Gran parte de esta línea es una frontera seca, donde la línea divisoria entre Brasil y Paraguay es solo imaginaria. Esto es lo que ocurre en el tramo entre Bela Vista y Mundo Novo.
Es por estos caminos de tierra con lugares desiertos y por ciudades gemelas, como Ponta Porã-Pedro Juan Caballero, Coronel Sapucaia-Capitán Bado, Sete Quedas-Pindoty Porã y Paranhos-Ypejhú que gran parte de la marihuana, la cocaína, las armas y el contrabando que abastecen a los grandes organizaciones criminales que operan en el Brasil.