Cuestionados agentes de la subcomisaría 46ª del barrio San Juan de Ciudad del Este realizaron un llamativo procedimiento en la noche del domingo cuando verificaron un automóvil en el que circulaban un joven y un adolescente porque, supuestamente, olía a marihuana. Los uniformados no hallaron sustancia prohibida alguna, pero de igual modo los presuntos “distribuidores” quedaron detenidos por el solo hecho de que tenían dinero en su poder. Sin embargo, el fiscal antidrogas, Manuel Rojas Rodríguez dejó en ridículo a los policías al liberar de inmediato los aprehendidos.
Según los datos, eran aproximadamente las 21:40 del domingo último cuando los uniformados de la referida dependencia policial, a cargo del Crio. Ppal. Leonor González, estaban haciendo un operativo “apriete” sobre la avenida San Blas, a la altura del km 7 de Ciudad del Este.
En un momento dado, interceptaron un automóvil de la marca Toyota Premio, año 2003, de color gris humo, con matrícula AAAR 137, en cuyo interior estaban el conductor, identificado como Nelson González Martínez, de 36 años, quien registra antecedentes por reducción y otros (extinción de la pena), robo agravado (extinción de la pena) y violencia familiar”, por cuya causa cuenta con prohibición de salir del país, de consumir bebidas alcohólicas y de acercarse a la víctima. Como acompañante estaba el adolescente A. J. G., de 17 años, ambos domiciliados en el km 11 Monday
CATEO
Los uniformados, a cargo del oficial 1º José Román, inmediatamente ordenaron a los ocupantes a que desciendan mientras ellos procedieron a una minuciosa verificación del rodado, alegando que el interior del auto tenía olor a marihuana. Los policías no encontraron siquiera vestigios de drogas, pero sí billetes de baja denominación totalizando la suma de G. 7.000.000, pero llamativamente solo presentaron G. 4.580.000 que para los uniformados “adivinos” era supuestamente producto de la comercialización de estupefacientes. Además, se incautaron de dos aparatos celulares, propiedad de ambas personas.
EXTORSIÓN Y ROBO
Según los datos, los intervinientes, al percatarse de que el conductor tenía varios antecedentes empezaron a “apretarlo” para que colabore para no quedar detenido. El hombre les dijo que no les pagaría nada porque no tenía porque hacerlo, entonces le dijeron que si no “solucionaba” iba a dormir en la comisaría. De igual modo, el afectado se negó a darles su dinero, y por esa razón efectivamente amaneció en el calabozo junto a su sobrino. La víctima tenía en su poder unos G. 7.000.000, pero los uniformados solo le devolvieron un poco más de G. 4 millones, es decir, que se quedaron con unos G. 3 millones, conforme con la denuncia.
RIDÍCULOS
El fiscal antidrogas de turno, ni bien se interiorizó de la situación, ordenó la inmediata liberación de los aprehendidos, y según el representante de la sociedad, los mismos fueron apresados sin motivo alguno y no pudieron haber amanecido en el calabozo, ya que no hicieron nada y tampoco tenían algo ilícito, dejando en claro que la Policía actuó de la peor manera posible con el solo fin de obtener un poco de dinero.
