Mondaha arruinado activó alarmas en dos comercios y está procesado

Julio César González, preso en la comisaría del San José.

Un pichirulo, aprendiz de mondaha, fue detenido por volái de la comisaría 7ª del barrio San José, luego de romper itápe, las puertas de blindex de dos locales comerciales instalados sobre la supercarretera. En ambos casos, el golpe hizo sonar las alarmas y el taryrýi se dio a la fuga yvyrupi, pero fue detenido por patrulleros de la citada dependencia policial.

Julio Cesar Ramón González Mereles, 43 ary, oikóva en el barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este, habría atacado primero la puerta de la firma denominada “Empanadas Don Rubén”, que ombo jahe’o el alarma y corrió del sitio. A escasos 100 metros, hizo lo propio contra la puerta acceso de “Colchones Premium”, donde otra vez sonó el alarma sin conseguir ingresar al interior de los dos locales comerciales, ha okañysemo’a. Sin embargo, los volái otopa hese y lo detuvieron.

El caso fue comunicado al fiscal Luis Trinidad, quien ohenói chupe para vichear su participación en los hechos que investiga, pero no colaboró con la justicia, he’i y fue llevado a la Dirección de Policía, mientras preparaba acta de imputación.

A CRITERIO DEL JUEZ

Dadas las particularidades del caso, el ayvu de los alarmas de las empresas Protex y Prosegur, respectivamente, el marginal ndaikatúi omonda y trató de darse a la fuga, según informe de los patrulleros. González Mereles lómore ojehai aipo hurto agravado en grado de tentativa y fue presentado ante el juzgado con pedido inicial de prisión preventiva, pero con mejoría siempre y cuando se asegure su presencia oime hagüa mientras dure el proceso abierto en su contra.

Ndaje, el procesado no cuenta con arraigo suficiente, trabajo ni domicilio fijo, con los que podría eventualmente obstaculizar el vicheo de la causa o fugarse del país atendiendo la condición de frontera, que facilita el ñekañy. Upévare karai juez quedó a cargo de la imposición de medidas que considere se ajusta a derecho. Mientras, el detenido oime hina en el calabozo policial.