Con un emotivo brindis entre clientes y colaboradores, la panadería y confitería Aramel celebró el primer año de la sucursal, ubicada en el barrio Mburucuyá, de Ciudad del Este. En tanto, la sede central se encuentra el barrio Ciudad Nueva, desde el 2016, manteniendo la calidad y la innovación en sus productos.
El propietario, Héctor Ortiz, manifestó que el éxito del negocio es gracias al apoyo de su familia, además de la dedicación y esfuerzo de los colaboradores. “Somos muy unidos y siempre nos apoyamos en las buenas y en las malas. Estamos muy contentos por cumplir un año y nos sorprende la fidelidad de la gente, nuestros productos lo pueden conseguir en estaciones de servicio y otros comercios de la región”, expresó el emprendedor, al tiempo de adelantar que, próximamente, habilitarán otra sucursal en la capital del Alto Paraná.
Por su parte, Laura Zorrilla, quien forma parte del negocio familiar, indicó que la idea es llevar la marca a todo el país. “Cuando abrimos esta sucursal, no imaginamos este momento: el local lleno de gente y nos llena de satisfacción. Nos propusimos metas y hemos superado todo gracias al esfuerzo y dedicación”, resaltó.
INICIOS
La panadería y confitería Aramel se encuentra en el mercado desde el 2016. Tiene restaurante, con una amplia variedad de menús y bebidas. El horario de atención es de 6:00 a 23:00, con más de 20 empleados que se caracterizan en la buena atención.
Aramel tiene un significado muy especial para el emprendimiento, pues se formó a partir de la unión de nombres de dos integrantes de la familia. Aramí es sobrina de Héctor y Melchora, su madre. Así, ára (cielo) y mel (miel) significa “Dulzura en el cielo”.
