Está por culminar una de las ge$tiones más desastrosas al frente de un gobierno departamental, la de Roberto “trabajen pobres” González Vaesken. Fueron cinco años de negociados, corruptela generalizada y poquísimas obras y acciones en favor de la ciudadanía paranaense, que espera con ansias la asunción de un nuevo titular del ejecutivo departamental, para que pueda reencausar el rumbo. ¡La esperanza es la última que muere!
Todavía siquiera asumió Lucho Zacarías en la Itaipu y algunos ya le hicieron recordar que fue uno de los que apoyaron rabiosamente el pedido de unos 16 mil exobreros de la binacional, quienes exigen una indemnización “extra” que le costaría al Estado paraguayo más de 900 millones de dólares. Veremos cómo Lucho se zafa de esta, porque ya anuncian movilizaciones a partir del 16 de agosto, si es que no “afloja”. ¡Hendyta!
Hace más de un mes, asumieron nuevas autoridades policiales en la zona, prometiendo “más seguridad”. A propósito, el microcentro de CDE es considerada “el lugar más vigilado del departamento”, pero eso no impide a los delincuentes a seguir cometiendo sus fechorías, como ocurrió el fin de semana, con el asalto a un trabajador cambista. ¡Iporã nde vigilancia!
En Naranjal se realizó el festival de la costilla, con más de 10 mil comensales y toneladas de suculenta carne asada. Sin embargo, a quien el asado no le cayó nada bien sería el viceministro de RR.EE., Juan Andrés Cáceres, quien también asistió con su familia para degustar el asadacho, pero al querer retornar a Asunción, se percató que indeseables le robaron su lujosa camioneta Toyota Fortuner. ¡Ndi bárbaro, nadie se salva!