Un padrastro infeliz que había abusado brutalmente de su hijastra de 6 años ligó una condena de 8 años de prisión. El mba’evai oiko va’ekue en el 2006, pero el carruaje estuvo mucho tiempo en rebeldía hasta que fue capturado y sentenciado. Le pena mbykymi se debe a que se dictó por la ley anterior. El juicio oiko pe finde, en el Poder Judicial de Ciudad del Este.
El ahora condenado, identificado con las iniciales E.L., en aquel entonces tenía 22 pirulos y cometió la terrible violación el 17 de diciembre de 2006, en una vivienda de la colonia Félix de Azara de la ciudad de Hernandarias.
Aquella vez, el infeliz y su pareja (madre de la víctima) salieron con destino a su trabajo. Sin embargo, posteriormente regresó el hombre para perpetrar el mba’e vai.
Upéi, cuando la menor fue a buscar sus zapatillas para asearse y prepararse para ir a la escuela, el sujeto la siguió y le prometió que le compraría ndaje una gaseosa. Seguidamente, katu la agarró a la fuerza, la llevó mbaretépe a una habitación y la tiró en la cama, donde la sometió sexualmente, provocándole un sangrado nde’áva.
A raíz de la brutal violación, la pobre niña sufrió severas lesiones, siendo luego auxiliada por los vecinos kuéra y trasladada de urgencia voi hasta el Hospital Distrital, donde los médicos pya’e voi la sometieron a una intervención quirúrgica por la gravedad de su cuadro y para salvarle la vida.
Mientras, el desgraciado katu huyó del lugar y se mantuvo por mucho tiempo en la clandestinidad, hasta que fue capturado, juzgado y condenado a 8 años de pena privativa de libertad.
El tribunal que aplicó la sentencia estuvo conformado por los jueces Alba Meza, Zunilda Martínez Noguera y Herminio Montiel. En tanto, el agente fiscal Víctor Adolfo Santander representó al Ministerio Público.