En menos de dos meses, los conductores de Bolt y Uber ya presentaron al menos tres quejas y manifiestan que son hostigados por la Policía Municipal de Tránsito de Hernandarias (PMT) y por los taxistas en inmediaciones de la terminal de ómnibus.
El año pasado, el municipio estableció una ordenanza que regula el servicio de Vehículo de Transporte con Conductor (VTC), que no especifica algunos puntos y eso, según denuncian, los taxistas quieren manipular a su favor y hasta llegaron a amenazar de muerte a un conductor del servicio por aplicativo.
En uno de los puntos, la ordenanza municipal expresa la prohibición de alzar pasajeros en paradas de ómnibus y de taxis. Eso, según los conductores de aplicativos, no impiden el abordaje de pasajeros en la terminal, ya que parada de bus y terminal de ómnibus son distintos, “no estamos en contra de la ordenanza, pero queremos que se respete lo que enumera, terminal no está en los puntos y nosotros recibimos muchas solicitudes allí”, refirió César Cabral.
Asimismo señaló que los propios PMT se prestan para incentivar la pelea de prestadores de servicios en esos lugares, y dejaron entrever que los funcionarios municipales estarían recibiendo “premios” por parte de los taxistas. “Gabriel Vázquez es el fiscal de transportes que está siempre en la terminal y actúa de “jagua´i” (informante) a los taxistas cuando ve que un vehículo de aplicativo se acerca”, indicó Cabral.
GOLPES Y AMENAZA DE MUERTE
La situación pone en tela de juicio el actuar del personal de tránsito, cuando que, primero debería de conocer el reglamento, luego sancionar si hay infracción. Sin embargo, el personal de la comuna en vez de actuar como oficial de turno, llama a los taxistas y les indica que viene un “pombero” (particular sin documento) a llevar pasajero. Esos inconvenientes ya llegaron a los golpes y amenazas de muerte.
José Gregorio Medina Zapata, venezolano, con documento de refugiado en el país, reside en las cercanías de la terminal y trabaja en la plataforma de Bolt. Comentó que no conocía la ordenanza y recibió una solicitud en la terminal, cuando se acercó al lugar se le presentó el PMT Vázquez y le exigió documentos, en eso le elaboró una multa G. 1.030.000, con argumentos de falta de revalidación, alzar pasajeros en la terminal y resistencia. El personal de PMT además llamó a una pelea.
“Llamó a los taxistas para que vengan a insultarme y luego me pegaron, casi me echaron un diente que me va costar G. 3.000.000 para arreglar”, lamentó Medina. Ya presentó denuncia en la comisaría y también en la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), institución que respalda a los refugiados y acusa de xenofobia a los funcionarios municipales y los taxistas.