
La Consejería Municipal de la Niñez y la Adolescencia (CODENI) de Presidente Franco identificó casos de explotación laboral y mendicidad de niños y adolescentes en las calles de la ciudad. La defensoría de la Niñez fue informada del caso y están realizando seguimientos, ya que en los días de frío aparecen más niños en los nudos semafóricos, siempre enviados por adultos.
La abogada Balbina Almada, directora de CODENI de Presidente Franco, destacó que hicieron un trabajo conjunto con agentes de tránsito y la Policía Nacional, identificando casos de explotación laboral, en horas de la noche y también niños indígenas que mendigan en semáforos.
“El caso de tres niños que tendrán entre 8 y 12 años, veníamos siguiendo, nunca podíamos identificar al adulto que los llevaba a vender choclo en la zona del centro, porque era siempre agresivo con las funcionarias de CODENI. Esta vez, con la Policía Nacional pudimos identificarlo y sabemos que son de Ciudad del Este, del km 13, entonces comunicamos a la Defensoría y ellos ya darán la intervención al Ministerio Público”, expresó la funcionaria.
Igualmente, indicó que en los días de más bajas temperaturas, es cuando más niños se ve en las calles y que ya fueron testigos de casos de mujeres que desabrigan a propósito a sus hijos de corta edad, para despertar la lastima o la compasión de los automovilistas y así juntar más dinero, cuyo fin no es cierto. No se sabe si es destinado a la alimentación y abrigo del infante o se utiliza para otros fines.
Lo mismo pasa en la época de mucho calor, según dijo la titular de CODENI, que muchos adultos llevan a los niños a pedir dinero en los nudos semafóricos y ellos están en la sombra degustando un refrescante tereré, mientras los pequeños están bajo el fuerte sol, en el asfalto caliente.
ABORDAJE E INCLUSIÓN A PROGRAMAS
Almada explicó que identificaron a al menos 9 a 12 niños que son de Presidente Franco y que fueron llevados a hogares o también a centros de rehabilitación de las drogas, pero en muchas ocasiones, los volvieron a encontrar en las calles de la ciudad.
A las familias de escasos recursos, se los incluyen en programas sociales o se ven los mecanismos para que sean admitidos en los del Ministerio de Desarrollo Social, pero también hay adultos de las zonas de Ñacunday y Caaguazú, que explotan laboralmente a niños y adolescentes, principalmente son miembros de comunidades indígenas.
“Un adulto siempre está por detrás de un niño que está vendiendo cosas, ellos no tienen esa iniciativa de generar recursos, no así con los adolescentes que se acostumbraron en las calles y ya saben cómo ganar su dinero, por eso se resisten a dejar la calle cuando son abordados por nuestro equipo y los llevamos a los albergues”, explicó la funcionaria municipal.
Los abordajes en la vía pública con el apoyo de otras instituciones continuaran, ya que se vienen más días de bajas temperaturas. Al respecto, la abogada Almada acotó que es cíclico lo de la presencia de menores en las calles, porque salen por un tiempo y luego retornar, siempre empujados por adultos, en cualquier época del año.