Definitivamente el gobernador “trabajen pobres” Vaesken ya perdió toda la vergüenza. El otro día, en uno de sus aburridos discursos, “piropeó” al presidente electo, pidiendo un ministerio para él, como si reuniera algún mérito para que se le dé algún ministerio. La única “secretaría” que este señor merecería es la de algún pabellón penitenciario, en donde debería recalar, por todas las barbaridades que cometió a lo largo de su gestión. ¡Feroz caradura, ko tipo koa!
Y por hablar de caraduras, ahí están los empre$arios chatarreros de CDE, quienes exigen la suba del pasaje a nada menos que 5 mil guaracas, a cambio ¡de nada! No cumplen horarios, ni itinerarios, sus buses están sucios, abarrotados, choferes “tilingos” y en cada esquina sufren desperfectos mecánicos, pero ellos quieren aumento ndaje, porque el combustible está caro. Esperemos que los concejales envíen directo al tacho de basuras el descarado pedido de estos sinvergüenzas. ¡Japoína!
Si alguien pensó que la ola de asaltos y robos disminuiría con la presencia de nuevas autoridades policiales, se equivocó rotundamente. Como habíamos presagiado, los cambios no sirvieron de nada, los delincuentes no se dejaron intimidar y siguen tranquilamente con su “trabajo”. Definitivamente, del actual gobierno ya nada se puede esperar, habrá que aguardar que asuman los nuevos, en agosto, y ver si tienen alguna nueva idea para acabar con este flagelo. ¡Ipukúma, señores!
La inoperancia es tanta que ni siquiera logran controlar a los inadaptados, borrachos y drogados, que todas las noches causan polución sonora, imposibilitando a los vecinos a conciliar el sueño. En el Área 5 de Franco por ejemplo, la gente ya no sabe qué hacer, porque nadie le da pelota a sus denuncias. ¡La men ta ble!
