
Un comerciante denunciado por un ciudadano extranjero que abonó casi 100 mil reales por compras de teléfonos de alta gama que nunca recibió fue procesado por el fiscal Gabriel Segovia, como presunto responsable de apropiación y estafa. La sucesión de denuncias sigue a la orden del día contra comerciantes, pese a que varios de ellos se dedican específicamente a estafar a incautos extranjeros buscadores de ventajas.
La medida afecta a Moisés Miranda, de 49 años, con domicilio en el barrio Emiliano R. Fernández de Ciudad del Este, sospechado de participar en forma directa en la comisión de los hechos punibles que inicialmente se le atribuye. Fue denunciado por el brasileño Marcelo Ferreira Cardoso De Souza, quien engañado por un mal llamado “guía turística”, ingresó a un local comercial del shopping Vendome, ingresó al local denominado “Informática Shopp”. Conversó con el ahora imputado a quien explicó sus intenciones de compra de sofisticados aparatos celulares para su reventa en Brasil.
Acordaron colores, modelos y cantidades de los móviles, conviniendo precios que al comprador le parecieron interesantes por el comparativo precio de los mismos en su país, que le resultarían en importantes ganancias, según dijo en la Fiscalía.
ESTAFA ABIERTA
Miranda solicitó a su cliente una entrega de dinero, realizándose la transacción con la promesa de entrega en el mismo local. El denunciante transfirió una suma determinada vía PIX a una cuenta habilitada a nombre de Patricia Ariane Da Silva Bugila por la suma de 9.000 reales. Al momento del giro electrónico, el comerciante empezó su historia, señalando al comprador que las mercaderías serían entregadas en Foz de Yguazú. Posteriormente, el extranjero regresó al país a reclamar sus compras y realizando otra transferencia por valor de 91.500 reales.
El comerciante se esfumó y el comprador solamente pudo comunicarse con un funcionario de la firma, a quien identificó como Juan Bogado, quien le afirmó que los aparatos celulares ya se encontraban camino a la ciudad de Cascavel, situación que lo alarmó. La conversación subió de tono al punto que el supuesto trabajador lo amenazó y le anunció que el producto de su compra había sido incautado por la Policía brasilera.
DURO RETORNO Y DENUNCIA
Cardoso De Souza se vio forzado a retornar a Ciudad del Este en busca de soluciones a su problema o la devolución del dinero que había entregado por la transacción. Los vacíos lo llevaron a denunciar el caso en la Fiscalía, donde Moisés Miranda fue llamado a declarar, oportunidad en que señaló no trabajar en dicho comercio. El fiscal de la causa lo imputó por apropiación y estafa y dejó a cargo del juzgado, la imposición de medidas cautelares convenientes al caso.