En la Gobernación, bajo administración del impresentable González Vaesken, se conformaron grandes roscas y hasta “cuatrinomios”, que se encargaron de esquilmar la institución en estos últimos cinco años. Dicen que uno de los más voraces fue el tal Clide Mereles, quien llegó al cargo en un modesto autito “Chileré” y hoy día ya le dio una soberana patada a la pobreza, manejándose en lujosas camionetas. ¡Piiipuuu!
Además, dicen que en la institución opera un descomunal esquema de “ordeñe de combustible”, del cual participan Carmelo Castillo, jefe de transporte y su compinche José López, procesado por violencia familiar y “experto” en vender “combus” al mejor pagador. Estos son los grandes funcionarios “de confianza” de Vaesken. ¡Dios los cría y ellos se juntan!
Sin desparpajo alguno, el presidente Mborito divulgó su último informe de “ge$tión”, de manera virtual, ya que no se animó a mirar la cara de los congresistas, mientras leía su diatriba de mentiras y medias verdades. Por supuesto, pintó un país “de maravillas”, o sea, estos últimos cinco años fueron los mejores de la historia, y se tomó el atrevimiento de dar “consejos” al futuro presidente. ¡Caradura!
La ciudadanía apostó en los de Cruzada Nacional para representarlos en el Congreso, porque son “diferentes, ndaje”. Sin embargo, en la primera oportunidad, algunos ya se “vendieron” sin problema alguno al mejor postor, demostrando cero integridad y ética. Nos esperan cinco años de mucho “espectáculo” y también la lección para la ciudadanía, que no todo lo que brilla es oro. Está bien que busquemos alternativas a los de siempre, sin embargo, tampoco la pavada. ¡Qué notable, che!