
Nuevamente, la empresa privada Mersch, proveedora de agua a al menos cinco barrios del sector Acaray, se destacó por su pésimo servicio y cero empatía con el usuario que estuvo por al menos tres días sin el vital líquido, debido a que la firma no pagó por la energía eléctrica y la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) le cortó el suministro.
Los usuarios, desesperados, tuvieron que ir a casa de parientes o a zonas ribereñas para higienizarse, pero para el consumo compraron agua mineral. De acuerdo a los datos que mencionaron la deuda con la ANDE seria abismal, unos G. 1.200 millones, que se arrastra desde la época de pandemia y que se estaba pagando en cuotas.
Asimismo, como pobladores organizados recurrieron a las autoridades regionales para mediar ante los directivos de la ANDE y lograron la reconexión del servicio de energía eléctrica, pero en la fecha, los directivos de la aguatería deben pagar las facturas pendientes, de lo contrario, otra vez quedarían sin el vital líquido, por falta de energía eléctrica.
Mario Fernández, uno de los usuarios, dijo que lo más lamentable es que en la empresa nadie da la cara, los supuestos directivos están de viaje e hicieron decir que llegarían esta semana para interiorizarse del caso, es por eso que recurrieron a influencias de las autoridades, en busca de una solución temporal.
Son 17 mil usuarios que fueron afectados con este problema que es responsabilidad de la empresa privada Mers Corporation, representada por Mario Cruz Mersch Barreto. Los afectados dijeron que el propietario había fallecido y quedaron sus hijos al frente de la firma que siempre tuvo cuestionamientos por el mal servicio.
NO ES LA PRIMERA VEZ
El corte del servicio de agua se suele dar a los usuarios, quienes dijeron que el suministro no es constante y que incluso durante semanas están sin el vital líquido. Indicaron que existen días en los que fluye poquísima agua, y deben juntar en bidones o baldes por si se vuelva a cortar y ya se agudizó el caso en la temporada veraniega.
También mencionaron que el agua no se puede consumir, pues no es potable. Muchas veces tiene aspecto oscuro o llega con barro, y este pésimo servicio se paga caro de manera mensual.
Mers Corporation se instaló en Ciudad del Este, en la década de los 90, cuando obtuvo la autorización por parte de la Erssan, ente regulador de servicios sanitarios