Un jugador de fútbol denunciado por la propietaria de una agencia de turismo de la zona, fue imputado por el fiscal Carlos Almada, bajo la tipificación penal de estafa, consistente en la suma de G. 17.200.000 en perjuicio de la firma “Sky Travel”. Con él, fue procesada una mujer que sería su pareja, con quien utilizó no solo el pasaje a Buenos Aires, sino hizo pagar la “suite” de un lujoso hotel.
Antonio Alejandro Franco Arza, de 31 años, y Mara Estela Leguizamón Cabral, mayores de edad, afincados en el barrio Republicano de la capital, Asunción, soportarán el proceso con el beneficio de la suspensión de la ejecución de la prisión preventiva, acorde pedido arrimado al juzgado de garantías ayer, por la representación. Franco Arza es un conocido jugador de fútbol que llegó a jugar por la selección paraguaya y su último club conocido es el Guaraní, de la primera división, afiliado a la APF. Según los antecedentes, cuenta con otras cinco causas por el mismo hecho.
Contrató los servicios de la agencia de turismo a través de la red de mensajería WhatSapp y contrató un paquete de viaje con destino a la capital argentina, entregando el nombre de los usuarios y todos los datos personales exigidos por la firma.
PAGO ELECTRÓNICO
El viaje fue pactado para el pasado día 24 del corriente, según explicaron en su denuncia Daisy Lezcano y Adriana González, propietaria y vendedora, respectivamente, de la empresa. Encargaron el pasaje, traslado privado y habitación en un hotel de lujo, con el compromiso de pago vía transferencia electrónica de un banco de plaza a la cuenta de la firma. Las afectadas dispusieron del monto e hicieron todos los pagos para que los dos imputados realicen el viaje el 25 de junio último.
Recién el lunes 26, Lezcano habría corroborado las mentiras sobre dichas transferencias y que la pareja, conformada por Franco Arza y Leguizamón Cabral, no había hecho ningún depósito, contrariando al supuesto comprobante de pago enviado por la mensajería. La agencia de viajes sufrió un perjuicio patrimonial importante, atendiendo el monto que desembolsó por el pasaje, traslado y hotel de lujo que solicitó la pareja de embaucadores, además de otros costosos caprichos.
La propietaria de la agencia de turismo presentó como evidencias los mensajes intercambiados con los números de teléfonos de los embaucadores y el corporativo que utiliza la firma para sus contactos y transacciones. En consecuencia, los timadores, soportan un nuevo proceso penal, completando la media docena de casos similares, según el legajo de Franco Arza ante la justicia ordinaria.
