
Agentes de la Policía Federal del Brasil anunciaron ayer el mayor operativo de destrucción de drogas requisadas en lo que va del año, incinerando más de 12 toneladas de distintos tipos de estupefacientes, incautados en acciones policiales en la zona de la triple frontera. Mientras las fuerzas de seguridad del vecino país requisan cantidades “récords” de drogas en este 2023, la Senad y la Policía Antinarcóticos de Paraguay presentan la captura de microtraficantes y el comiso de pequeñas cantidades de drogas, como “grandes logros” en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.
Es notoria la forma en que las fuerzas policiales del vecino país han redoblado sus esfuerzos para impedir los envíos de drogas desde nuestro país, por lo que los resultados dejan al desnudo la inacción de los antidrogas de Paraguay. Ayer, desde el vecino país, anunciaban orgullosos la mayor operación de incineración de drogas del año 2023, realizada en el marco de la “Semana Nacional Antidrogas”.
En ese sentido, fueron destruidas 12 toneladas de drogas aprehendidas en acciones policiales en la región de la triple frontera, consistente en fardos de marihuana y volúmenes de achís y cocaína, incautados por los organismos de seguridad del vecino país. La de ayer fue la cuarta operación de destrucción de drogas en lo que va del año, totalizando cerca de 34 toneladas de drogas sacadas de circulación, informó la Policía Federal. Hay que señalar que la totalidad de estas drogas ingresaron a Brasil desde territorio paraguayo, por distintas vías y maneras.
Mientras esto sucede en territorio brasilero, a nivel local la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Policía Antinarcóticos se muestran satisfechos con la esporádica persecución y aprehensión de microtraficantes de poca monta y el decomiso de pequeñas cantidades de crack, marihuana o cocaína.
Detenciones de microtraficantes y requisas de pocos gramos de cocaína y crack son presentados como “grandes avances” en el combate al narcotráfico y el crimen organizado, lo cual constituye una verdadera burla, llevando en cuenta el volumen de drogas producido y “en tránsito” que pasa por nuestro país. No se conoce de ningún trabajo de inteligencia o investigativo de parte de los agentes especiales de ambos organismos antidrogas, quienes dejan que del lado brasilero se haga todo el trabajo de aprehensión de estupefacientes y captura de los traficantes.
A veces, cuando el operativo es un poco mayor, generalmente, se trataría de “operativos cháke”, que tienen por objetivo señalizar a los narcos a “ponerse al día” con los jefes de los organismos antidrogas, si quieren seguir operando impunemente. De hecho, fuentes fidedignas aseguran que los jefes regionales estarían cobrando gruesas sumas a los narcos a cambio de “protección, situación que molestó a los brasileños, quienes hace tiempo dejaron de hacer “operativos conjuntos” con sus pares paraguayos.
Cuando asuman las nuevas autoridades electas, el próximo 15 de abril, deberán hacer urgentes cambios y reformas, tanto en la Senad como en la Policía Antinarcóticos. Los jefes regionales, Crio. Lorenzo Vargas (Antinarcóticos) y Saturnino Morel (Senad) deben ser destituidos por su evidente inacción ante el narcotráfico. Ambos son relativamente nuevos en sus cargos, pero en meses de gestión, no hicieron un solo procedimiento que pudiera ser calificado de importante.
Los mismos siempre se excusan indicando que están haciendo un “trabajo silencioso”, sin embargo, nunca se ven los resultados de esos supuestos “trabajos”, por lo que no cabe otra cosa sino la destitución.