
La doñita Liz Gabriela Fernández Torres (21), quien intentó introducir kuri drogas a la penitenciaría regional de Ciudad del Este en una caja de zapatos, ligó una feroz imputación. Sin embargo, fue beneficiada por la Justicia con el arresto domiciliario porque tiene un bebe’i a quien amamanta.
La aprehensión de la mujer oiko pe 19 de junio pasado, en horas de la tarde, cuando se presentó en el establecimiento penitenciario con la intención de entregar ndaje una caja de zapatos sellada con cinta de embalaje destinada a un recluso de apellido Ramos, quien sería su cuñado.
Durante la inspección realizada por la funcionaria encargada del área de revisión, se encontró en el interior de la caja un par de botas de cuero de color marrón. Pero, cada calzado contenía una bolsa de polietileno transparente con 92 gramos de cocaína y 214 gramos de crack.
Ante este hallazgo, se convocó pya’e voi a los agentes del Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional, quienes realizaron un vicheo y confirmaron que las sustancias incautadas eran drogas peligrosas.
Avei, procedieron a la detención de Liz Gabriela, quien quedó a disposición de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico. Upéi, karai fiscal Elvio Aguilera la imputó por tenencia sin autorización de sustancias estupefacientes y tentativa de suministro de sin autorización de estupefacientes en lugares de detención o prisión.
Avei solicitó el arresto domiciliario para ella, teniendo en cuenta que tiene una hijita pequeña a quien debe amamantar. Upeaiteinte se salvó de ir a parar tras las rejas de la cacerolita de mujeres “Juana María de Lara”.
Finalmente, karai juez Amílcar Antonio Marecos le concedió el arresto a la imputada, quien deberá cumplir varias reglas de conducta mba’embo, según he’i la resolución judicial.