Dirigentes de la comisión directiva de la seccional colorada n° 1 de Ciudad del Este realizaron varias denuncias contra el expresidente zacariista, Blas Darío Domínguez, quien dejó la casa partidaria a oscuras, inmersa en cuentas y tuvo en ruinas el local durante todo su mandato.
Domínguez (2016 al 2022) tuvo una de las peores administraciones, superando por lejos a Lucho Zacarías (2011/2016). La administración de Blas Domínguez sesionó apenas dos veces en siete años, dejando la casa partidaria en ruinas, a oscuras, sin medidor, como nido de delincuentes y puntos de fumata de adictos.
Domínguez, quien dejó por varios años a la sede de los colorados sin suministro de luz y una deuda por más de G. 64 millones. Según extracto de la ANDE, la última vez que se pagó fue en el 2018 la suma de G. 12 millones, quedando una deuda de G. 32 millones, arrastrada también desde la era de Lucho Zacarías, y desde ese tiempo ya nunca más se pagó por el servicio.
Lo llamativo del caso es que la seccional colorada n° 1 recaudaba en concepto de alquiler de espacios para carteles desde el año 2012. Según datos proveídos por las dos empresas que tienen sus carteles en el predio, y según los contratos que adquirió la nueva comisión de la seccional n° 1, Blas Darío Domínguez facturaba anualmente por uno de los contratos G. 40 millones, y en otro G. 25 millones, totalizando unos G. 65 millones al año y nadie sabe dónde fue a parar ese dinero.
Domínguez también facturaba por el alquiler del predio de la seccional para conciertos y jineteadas del bloque departamental en forma periódica que, según los jineteros, eran entre G. 2 millones y G. 2,5 millones en cada alquiler, que tampoco se sabe dónde fueron a parar.
El local de la seccional fue saqueado de muebles, acondicionadores de aire, cables, focos y hasta las rejas robadas, y edificio fue devastado. Pese a que no hace mucho, el gobernador del Alto Paraná, Roberto González Vaesken, Odila Báez y otros correligionarios reacondicionaron, donde incluso estuvo el presidente de la República, Mario Abdo, para festejar la reparación, donde se gastaron más de G. 300 millones.
La última mejora fue realizada por Digno Martínez y su equipo, que también repararon la sala de sesiones, parte eléctrica, compraron focos y reacondicionaron otros sectores, pero ante la ineptitud de Domínguez, volvió a ser saqueado.
La nueva comisión directiva de la seccional colorada está realizando una auditoría de la nefasta gestión de Domínguez, y no se descarta acciones penales por un fuerte daño patrimonial, apropiación y hasta lesión de confianza, que sería presentada ante el Ministerio Público.
