
Los seis policías que participaron de un dudoso y hasta jocoso procedimiento, donde se incautaron de 1.136 kilos de marihuana prensada, y supuestamente liberaron a los narcos y una camioneta, siguen campantes en sus puestos, gracias al silencio cómplice del director de Policía de Alto Paraná, Crio. Gral. Osvaldo Alejandro Ávalos, quien no se tomó el tiempo de apartar a los uniformados que ya están siendo investigados por la Fiscalía. Los implicados habrían cobrado G. 60 millones por el “favor”, pero ni siquiera fueron sumariados.
El viernes último, tres uniformados de la comisaria 28ª del Cruce Itakyry prestaron declaración ante la unidad del fiscal antidrogas Manuel Rojas Rodríguez. El suboficial principal Hernán González y el suboficial ayudante Cristhian Genes fueron los primeros en entregar su versión de los hechos, pero antes que direccionar las investigación, embarraron la cuestión en torno a lo ocurrido al momento del supuesto hallazgo de la droga. Según las versiones arrimadas a la Fiscalía, los uniformados de dos subcomisarías del distrito de Itakyry habrían recibido la suma de G. 60 millones para liberar a los ocupantes de la camioneta, tras una negociación que duró horas.
DUDOSO
Para el fiscal Manuel Rojas, quien recibió el reporte de lo sucedido recién 24 horas después del hecho, no quedó claro el panorama en torno al abandono de la camioneta Ford Ranger, chapa AAJU 643, registrada en automotores a nombre de Julián Brítez Silguero, cuyo paradero buscan los uniformados, ya por disposición de la representación pública.
El informe poco creíble que presentaron los suboficiales de la comisaria 28ª del Cruce Itakyry, Hernán González, Miguel González y Cristian Genes, además de los uniformados de la subcomisaría 21ª de San Francisco Javier (Gleba 8), César González, José Caballero y un suboficial inspector de apellido Flores, señala que realizaban una patrulla preventiva alrededor de las 05:00 del martes 30 de mayo. Supuestamente, persiguieron una camioneta Ford Ranger y el conductor corrió hasta internarse en la colonia Ysatí, en una comunidad indígena de la parcialidad Avá Guaraní de Itakyry.
Dijeron que los ocupantes del vehículo salieron corriendo y lo dejaron con las puertas bloqueadas, pero en la carrocería había los más de 1.000 kilos de marihuana. Como no podían abrir la Ford Ranger, año 2022, doble cabina, color azul belice, con matrícula AAJU 643, inscripta en el Registro del Automotor a nombre de Julián Brítez Silguero, los policías decidieron pedir ayuda a un vecino y trasladaron los panes de la droga en una furgoneta hasta la comisaría 28ª, porque habrían sido amenazados y expulsados por 10 a 15 nativos que portaban machetes y foisas.
DESAPARECIÓ LA CAMIONETA
Lo que llamó la atención del fiscal es que la camioneta fue nuevamente rescatada por los narcos, y el informe señala que cuando los policías volvieron a la comunidad indígena ya no encontraron el vehículo.
SILENCIO CÓMPLICE
Pese a la gravedad de los hechos, los policías implicados en el caso siguen campantes en sus puestos, ya que serían protegidos por el propio director de Policía del Alto Paraná, Crio. Gral. Insp. Osvaldo Alejandro Ávalos, quien se llamó al silencio sobre el caso y ni siquiera apartó a los presuntos uniformados corruptos.
MÁS DECLARACIONES
Para hoy se espera la declaración del resto del personal que fue de apoyo, según el informe, pero por de pronto ya se pudo saber que los tres que declararon embarraron aún más su situación. No se descarta que los uniformados sean imputados por liberación de traficantes de drogas, lo cual los convertiría incluso en cómplices del hecho criminal.