Productores del distrito de Naranjal (Alto Paraná) instalaron “hoteles” de insectos en el campo con el objetivo de polinizar los cultivos. La iniciativa está a cargo de la Municipalidad local, que trabaja desde hace tiempo en una producción más sostenible, implementando criterios y prácticas que posibilitan cuidar el medioambiente. En principio, cinco labriegos implementarán los refugios de biodiversidad en sus parcelas.
Los agricultores promueven en sus cultivos para preservar y proteger la biodiversidad el uso de los llamados hoteles para insectos. Unas particulares construcciones que se instalan en los campos y que contribuyen al control biológico de las plagas de forma sostenible.
“Cumplen una función importantísima para lograr una producción exitosa. Hoy hay cinco productores que comenzarán a implementar los refugios de biodiversidad, que servirán para albergar a los polinizadores”, afirmó Jazmín Zotti, representante de la Comuna.
El plan contempla el cultivo de especies florales que sean atractivas para los polinizadores, al que se le sumarán los hoteles para insectos. “Se van a establecer parcelas de 50 metros de largo, con 3 de ancho. Normalmente, se utilizan abonos verdes, que también son importantes para el ciclo de los microorganismos del suelo, canola, kumanda yvyra’i, la mayoría son florales”, explicó Zotti.
El programa se realizará en cooperación con la firma Syngenta Paraguay y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave).
INSTALACIONES PARA LOS HUÉSPEDES DEL CAMPO
Se trata de unos habitáculos que simulan un refugio natural a modo de albergue e hibernación de los insectos. Pueden ser una simple caja o estructuras de diferentes tamaños y formas. En su interior contienen departamentos construidos de materiales naturales.
Los insectos, que pueden ser molestos para los humanos en otras circunstancias, en las fincas son bienvenidos, pues cumplen un papel transcendental. De acuerdo con el principio “comer y ser comido”, mantienen el equilibrio del ecosistema y, a largo plazo, a raya las presencias indeseadas.
Cada insecto tiene sus propias fortalezas, como parásitos que comen o polinizadores. Ácaros depredadores, crisópidos verdes, avispas parásitas, mariquitas negras o redúvidos son algunas de las pequeñas criaturas que se instalan en estas construcciones, y forman un potente ejército contra las plagas.