Cuatro guardias de seguridad del casino Acaray fueron agredidos por tres hermanos que crearon un incidente en el salón de juegos del lugar. Según los datos, los inadaptados derramaron bebidas alcohólicas sobre la mesa de juegos, momento en que fueron invitados a retirarse del lugar, pero se resistieron y causaron destrozos, además de agredir a los custodios. El suceso se registró alrededor de las 00:05 del lunes en la casa de apuesta, ubicada sobre la avenida 11 de Setiembre del barrio Juan E. O’Leary de Ciudad del Este.
Resultaron víctimas los guardias, Aldo David Cuenca Lombardo, Roberto Santiago Fleitas, Juan Quintana y Carlos Ramón Ruiz Díaz, quienes según testigos fueron atacados por los hermanos Nelson David, Denis Núñez y Rodrigo Núñez Fernández.
El informe policial señala que todo comenzó cuando los agresores que se encontraban en el interior del casino jugando póker, y en un momento dado derramaron bebidas alcohólicas sobre la mesa de juego.
Uno de los guardias de seguridad se acercó a ellos para pedirles que dejaran de hacerlo, o de lo contrario serían invitados a abandonar el lugar. Los hermanos se ofuscaron y comenzaron a agredir verbalmente al personal de seguridad, y allí se sumaron otros dos custodios, quienes pidieron a los agresores a retirarse del sitio, pero estos comenzaron a discutir y finalmente agredieron físicamente a los guardias.
Asimismo, rompieron vasos, botellas y causaron destrozos en la mesa de juegos y fueron sacados a la fuerza. Ya en el estacionamiento del casino, los violentos hermanos desafiaron a los custodios, diciendo que los esperarían hasta su horario de salida para arreglar la situación en la calle.
La Policía fue alertada sobre el incidente, cuyos agentes rápidamente acudieron al lugar para apaciguar los ánimos. El agente fiscal Osvaldo Zaracho dispuso que ambas partes radiquen sus denuncias correspondientes, y que los antecedentes fueran remitidos al Ministerio Público. Sin embargo, ordenó la libertad de los presuntos agresores, teniendo en cuenta que el hecho se trataba de una acción penal privada donde la Fiscalía no podía intervenir.
