MINGA GUAZÚ. De manera escandalosa y totalmente irregular, una mayoría de concejales municipales aprobó ayer la ejecución presupuestaria ejercicio fiscal 2022 del intendente Diego Ríos (Yo Creo), pese a que no envió ninguna documentación respaldatoria, para justificar los millonarios egresos de la Comuna, lo que aumenta las sospechas de groseros negociados y actos de corrupción. El jefe comunal, que está recibiendo severos cuestionamientos debido a las irregularidades que viene cometiendo en el ejercicio del cargo, ni siquiera se dignó en firmar el documento enviado a la Junta Municipal, el cual está rubricado solamente por su contadora, lamentaron los ediles que votaron por el rechazo del balance.
En sesión de ayer, la Junta Municipal de este distrito aprobó la ejecución presupuestaria del cuestionado intendente Diego Ríos (Yo Creo). Existieron dos dictámenes de las comisiones de legislación, hacienda y presupuesto, uno presentado por los ediles obsecuentes al jefe comunal, quienes sugirieron la aprobación del balance y otro presentado por concejales independientes, que a raíz de las irregularidades existentes recomendaron el rechazo.
En el dictamen en minoría se cuestionó severamente el hecho de que el intendente, pese a los reiterados pedidos, jamás se dignó en remitir la documentación respaldatoria para justificar su balance. Efectivamente, la Ley Orgánica Municipal, en el Art. 207, señala expresamente que “la Junta Municipal, si lo considerare necesario podrá requerir la documentación respaldatoria de la rendición de cuentas y el intendente deberá remitirla dentro del plazo establecido en el requerimiento. La falta de cumplimiento de esta requisitoria podrá ser considerada como una causal de rechazo de la rendición de cuentas”. Sin embargo, Ríos no respondió al requerimiento, respondiendo recién en el mismo día del tratamiento de la rendición, por lo que el balance debió ser rechazado, explicaron los ediles que presentaron el dictamen en minoría.
Los concejales Elizabeth Vargas, Elio Núñez, Blanca Riquelme y Juan Barreto (todos ANR), además cuestionaron duramente que el intendente Ríos ni siquiera firmó el documento remitido a la corporación legislativa, evidenciando una total falta de seriedad, ya que la ejecución estaba firmada únicamente por la contadora del jefe comunal, pese a que la Ley Orgánica Municipal obliga al intendente firmar la rendición de cuentas.
Debido a la falta de documentación respaldatoria, los concejales no pudieron analizar detalladamente de lo ejecutado a través del rubro inversión física, detalles de lo ejecutado en el rubro construcciones, detalles sobre los aportes a entidades sin fines de lucro, aportes a comisiones vecinales, ejecución con fondos de royalties, Fonacide, entre otros. Estas falencias inclusive son reconocidas en el dictamen de la mayoría de concejales, quienes no obstante y de manera totalmente arbitraria decidieron aún así aprobar la ejecución correspondiente al ejercicio fiscal 2022. Los ediles que dieron su voto para la aprobación del balance plagado de irregularidades fueron Laura Barreto, José Silguero, Alexandro Dos Santos (colorados), los liberales Juan Friedeling, Laura Torres y Wilfrido César González, además de los ediles Antonio Sotelo y Víctor Méndez Lugo, todos considerados cómplices y encubridores del cuestionado intendente Diego Ríos.
