
La cantidad de camas de UTI neonatal e infantil en el Alto Paraná es bastante limitada y hace que las familias de los pequeños que lo requieren, recurran a medios de comunicación para conseguir un lugar en el sector público o pagar montos elevados en hospitales privados, buscando salvar la vida de sus hijos.
Una muestra clara del caso es lo que está pasando la familia Fretes Cristaldo, que desde el domingo pasado llegó desde Minga Porã con su beba de 32 días por fiebre alta, que ya le generó convulsiones y otras complicaciones de salud. Están en la búsqueda de una cama de terapia intensiva neonatal, que no se dispone en el Alto Paraná.
Los familiares están desesperados, ya que la pequeña tendría chikungunya y su corta edad hace que las complicaciones de la enfermedad la tengan en estado grave. Está internada en el hospital distrital de Hernandarias, pero requiere ingresar a cuidados intensivos.
EL SERVICIO EN LA ZONA
El hospital materno infantil Los Ángeles tiene 10 camas en el área neonatal y 8 para niños, en el sector de cuidados intensivos y todas están ocupadas, precisamente con pacientes con síndromes febriles, con mucha demanda ya que el servicio es totalmente gratuito y concurren personas de varios puntos del país, no solo del Alto Paraná.
En el Hospital Regional de Ciudad del Este, el área de unidad de cuidados intensivos infantil está totalmente desmantelada, desde la primera quincena de este mes y para mediados de abril se contará con 4 camas para neonatales y otras 4 para pediatría. Algunos pacientes del centro asistencial fueron derivados al hospital Acosta Ñu, la semana pasada.
Con este escenario, la suerte de los niños que requieran camas de UTI está echada, en una época en que la chikungunya causa estragos en esta franja etaria de la población y que en todo el país las camas están ocupadas.