Un presunto criminal que permanece en la clandestinidad desde el 31 de agosto último está procesado por hechos tipificados como tentativa de feminicidio y violencia familiar, ocurridos en el distrito de Mbaracayú, al norte de Alto Paraná. Reunidos los presupuestos básicos para el efecto, el fiscal Edgar Benítez pidió al juzgado su declaración de rebeldía.
Está siendo buscado por la Policía para responder al proceso abierto en su contra, Antonio Duarte Casco, de 56 años, domiciliado en la colonia Guaraní de Puerto Indio, cuyos demás datos se desconocen por hallarse prófugo de la justicia. Estaría implicado en una sucesión de hechos violentos denunciados por su esposa, una docente, quien convivió con el presunto criminal durante más de 20 años, de cuya relación nacieron dos hijos biológicos de ambos, hoy aun menores de edad, según la relación fáctica de hechos elevados por ante el juzgado penal de garantías de la ciudad de San Alberto.
FEMINICIDIO
Según la denunciante en su ratificatoria en la fiscalía, el 25 de agosto del corriente, alrededor de las 10:30 horas, habría sido víctima de feminicidio, ya que su esposo intentó agredirla con un machete a la altura del cuello, pero logró evitar desviando el curso del arma con uno de sus brazos que resultó con un corte profundo. El prófugo, ejercía violencia física y sicológica contra la docente, que pueden probarse con copias de varias enuncias anteriores radicadas ante la comisaría jurisdiccional. Todos los hechos ocurrían en el interior de la vivienda familiar, por tanto, solamente sus hijos eran testigos.
La mujer aseguró en su declaración, que la intención de su esposo era acabar con su vida decapitándola. La agresión se produjo cuando la mujer descendía de su automóvil Toyota Carina de color azul, chapa BPD 007. Luego de su fallido intento, Duarte Casco, abordó el rodado y se introdujo en la reserva de Mbaracayú, propiedad de la Itaipu Binacional. Al día siguiente, el vehículo de la docente fue encontrado totalmente incinerado en la vía pública de la citada colonia. El criminal, llamó a su esposa de un número desconocido, anunciándole su suicidio. Posteriormente insistió saber la dirección donde se encontraba.
REFUGIO
Para proteger su vida y la de sus hijos, la docente se refugió en el domicilio de sus padres en el distrito de Itakyry, donde la fiscalía ordenó protección policial atendiendo la peligrosidad del prófugo. El fiscal Benítez, había ordenado la detención del presunto criminal el 30 de agosto pasado, pero hasta la fecha no es ubicada por la fuerza pública. Ahora, Duarte Casco está procesado por hechos que lo exponen a severas penas penitenciarias y una vez detenido, deberá guardar reclusión penitenciaria preventiva.