Una inusual insistencia para recurrir a un multimillonario préstamo llama la atención de los concejales opositores de Hernandarias y temen que el dinero no sea utilizado en la compra de terrenos, como se argumenta, sino que sea destinado para financiar la campaña política del hijo del intendente, Nelson “Kapeto” Cano, quien aspira ser diputado.
El jefe comunal, Nelson Cano, logró que una mayoría de 9 ediles le aprobara un préstamo de G. 7.000 millones para pagar por un terreno de 100 metros cuadrados que se utilizó para ampliar las graderías del polideportivo municipal y la compra de un inmueble para un nuevo camposanto en el municipio.
Uno de los concejales opositores, Germán Ibarrola, remitió una nota a los ejecutivos del banco Continental (entidad a la que recurrieron para el préstamo), explicando que el inmueble tiene un conflicto judicial porque dos grupos invocaron la representación de una iglesia (presunta dueña del terreno que debe ser indemnizada) y eso fue llevado hasta la Corte Suprema de Justicia, que hasta ahora no se expidió al respecto.
El edil explicó que, cuanto menos, es llamativa la insistencia del intendente Cano en contar con este préstamo porque, por un lado, está el conflicto de intereses con los representantes de la iglesia y también que se haya abultado considerablemente el monto del inmueble para reclamar el pago a la Comuna. Por otro lado, la compra de un inmueble para un camposanto no es una prioridad, considerando que existe una donación que se hizo para ese fin, de parte de un ciudadano, de una propiedad de más de una hectárea.
Tanto contribuyentes como los concejales que votaron en contra del millonario e innecesario préstamo desconfían que el dinero sea destinado para financiar la campaña a la diputación de “Kapeto”, hijo del jefe comunal. El mismo, al igual que su padre, es bastante resistido para el cargo, debido a que es una imposición dentro de las filas del Partido Colorado en Hernandarias y la pésima gestión de su padre al frente de la Comuna, que habla muy poco a favor del mismo.
ANTECEDENTES DEL POLÉMICO INMUEBLE
Durante la gestión de Rubén Rojas en la Intendencia, se llegó a un acuerdo para la compra del terreno de la secta denominada “Dios del Paraguay”, cuando se realizó la ampliación del polideportivo en el 2017. El monto establecido fue de G. 100 millones, entre el pastor Paulino Lorenzo Amarilla, representante de la iglesia, y la Municipalidad con la administración anterior.
En aquel entonces, no se efectuó el pago porque no había condición legal para concretar la negociación, había conflicto entre los propios representantes de congregación. Cuando apareció otro abogado, Tulio Rivas, quien dice ser el representante y presentó la medida cautelar de no innovar de la propiedad, se trabó toda posibilidad de transacción.
Sin embargo, en agosto de este año, el abogado Claudio Ramírez y el pastor Paulino Amarilla presentaron una demanda en contra de la Municipalidad, solicitando el pago del mismo terreno. Pero el monto varió sorpresivamente de lo estipulado anteriormente en el trato, de G. 100 millones aumentó a G. 3.600 millones.
Por otro lado, en el mismo mes se presentó otra nota en la Junta Municipal firmada por el abogado Tulio Leonardo Rivas, que contradice y desaprueba la representación legal a los dos primeramente mencionados y afirma que es él quien está a cargo. En tanto, no se debe abonar el monto solicitado en la demanda, argumentando que no tienen las condiciones legales para garantizar la compra y venta del inmueble.
PRÉSTAMO ANTERIOR
El pedido de préstamo de los G. 7.000 millones fue aprobado por mayoría de nueve concejales municipales y rechazado por tres opositores, Germán Ibarrola (Indep.), Nilda Venialgo (Indep.) y Rosa Ojeda (PLRA).
Los ediles recordaron que 10 meses atrás, la administración de Nelson Cano había concretado el préstamo de G. 5.500 millones para pagos de salarios a funcionarios de la Comuna de Hernandarias.
Los miembros de la Junta Municipal están seguros que hay dos grupos, intereses encontrados en la Iglesia “Dios del Paraguay” y uno de ellos responde a los intereses del intendente Cano y a tambor batiente quieren llevar adelante la transacción, sin tener en cuenta que se estaría despilfarrando el dinero del contribuyente para beneficios particulares de terceros.