La comunidad indígena Acaraymí, de la parcialidad Ava Guaraní, ubicada a unos 33 kilómetros del centro urbano de la ciudad del Hernandarias, norte de Alto Paraná, busca salir adelante en medio de una profunda crisis provocada por la prolongada sequía que golpeó al departamento el año pasado, afectando la producción de rubros de autoconsumo.
Con las lluvias registradas en este momento están en pleno proceso de preparación de suelo para cultivar rubros de autoconsumo. “La mayoría se dedica a la agricultura familiar. Cultivan mandioca, maní, cebollita en hoja, maíz, entre otros productos de consumo”, comento Leonardo Alfonzo, estudiante de Ingeniería Agronómica y poblador de la comunidad.
Recordó que la falta de lluvias regulares a lo largo del año pasado hizo estragos en su economía, pues los cultivos no salieron y están pasando muchas necesidades. “El año pasado la sequía afectó muy mal a las familias, como consecuencia hasta ahora los compañeros no tienen suficientes alimentos para consumir, porque no hubo producción, la sequía dejó mucho perjuicio”,
Mencionó que rubros como la mandioca en este momento es escaso. “Pocos tienen mandioca por la sequía, que no nos permitió producir, pero la mayoría se ingenia, trabaja como puede para poder sobrevivir. En este momento se está trabajando en la limpieza y preparación de suelo para el cultivo a realizarse entre este mes de agosto y septiembre, época que los compañeros empiezan de nuevo a plantar”.
Alfonzo espera que la sequía no sea tan marcada como el año pasado y puedan asegurar la alimentación de la familia. “Todos estamos esperando que este año no tengamos más problemas de falta de lluvias, porque somos dependientes del clima y la falta de agua es muy perjudicial para nosotros”.
El estudiante refirió que muchos para sobrevivir hoy se dedican a la artesanía y se van hasta la ciudad para vender sus productos para poder llevar el pan de cada día hasta sus casas. “Hay compañeros que se dedican a la artesanía. Aquítenemos muchos artesanos y sus productos los venden en las ciudades, pero la gran mayoría se dedica a la agricultura y esa producción también se vende en la ciudad y a la vez consumen”.
PISICULTURA
Funcionarios de la Itaipu Binacional, a través de un proyecto de asistencia y acompañamiento a comunidades indígenas del Alto Paraná, llegaron la semana pasada a la comunidad para entregar alevines en el marco del desarrollo de un nuevo rubro de autoconsumo y de renta a través de la piscicultura.
“Itaipu tiene un proyecto de mejoramiento en cada comunidad, no solo en la mía están trabajando en repartir alevines entre mejoras en la parte de agricultura familiar”, comentó en otro momento Alfonzo, pero indicó que solo alcanza a un sector de la población.
“Lastimosamente yo no veo que estén contentos en la comunidad, porque a muy pocos le alcanza. Muy pocos alevines trajeron, creo que 400 nomás trajeron en la comunidad y acá hay mucha gente. Acá son más de 2.000 personas sumando las familias completas”.
“Poco llevaron, pero ojalá que para la próxima se vea un proyecto mejor, o sea que sea más grande de manera que le alcance a todos”, agregó.
ELECTRICIDAD
En otro momento, comentó que son muchas las necesidades en la comunidad, no solamente la cuestión relacionada a la alimentación. Mencionó que necesitan poner en condiciones todo el sistema de distribución de energía eléctrica, que se encuentra en condiciones muy precarias.
“La necesidad es mucha en nuestra comunidad. Algo que hace rato me preocupa mucho es la urgente necesidad de poner en forma el tema de la electricidad. Eso es algo primordial. Ojalá se pueda mejorar eso algún día”, acotó.