Una joven madre que denunció a su exesposo, un abogado que trabaja en la Itaipu Binacional, por violencia familiar, según especifica la causa 14.067/20, cuya investigación recayó en la unidad especializada a cargo de la fiscal Rocío González sigue impune. A casi un año de iniciadas las investigaciones, no existe imputación, pese a las evidencias.
El indiciado es Dante R.D.C., abogado con servicio en la asesoría jurídica de la entidad, y, según sospecha la denunciante, estaría valiéndose del cargo para evitar su procesamiento penal. La denuncia fue formulada por la víctima el 11 de noviembre de 2020, tiempo en que se iniciaron las pesquisas en la unidad fiscal ya referida. Primero, la representación pública ordenó a personal de la subcomisaría 3ª, jurisdiccional, garantías para que la víctima permanezca en su vivienda. En tanto, ofició al juzgado de paz,que otorgue medidas de protección, exclusión del denunciado y reintegro de la mujer.
Ya el 17 del mismo mes y año, la juez de paz Vicenta Fariña ofició a la subcomisaría 3ª, otorgando todos los pedidos formulados por la agencia fiscal y la prohibición al abogado, de acercarse a un radio de 300 metros del lugar donde se encuentre la afectada. La mujer tiene dos hijos menores que viven con ella y están interiorizados de la situación procesal de sus progenitores. La causa no avanza a falta de informe sicológico, según dijo la angustiada y enferma madre de familia.
DESACATO
El 6 de mayo del corriente, la juez de paz remitió a la Fiscalía los antecedentes de la causa, luego de certificar el incumplimiento de las medidas establecidas en la orden de exclusión de hogar contra el violento abogado y solicitó su procesamiento por desacato a la orden judicial. La causa fue asignada a la unidad penal nº 10, a cargo del fiscal Osvaldo Zaracho, bajo el número 9682/22, que a la fecha tampoco fue procesada.
Mientras tanto, la víctima y sus dos hijos menores siguen tratamiento psicológico y psiquiátrico ante frecuentes amenazas proferidas por el abogado protegido por la Fiscalía para seguir con sus fechorías y amedrentando a quienes debió proteger. La mujer está también en tratamiento por una enfermedad grave, según dijo. Ante la inacción, se considera una potencial víctima de feminicidio, ya que tiene cinco denuncias sin resultado.
SOSPECHAS
La mujer sospecha fuertemente que su exesposo abogado, estaría acordando con los diferentes fiscales que debe investigarlo y, a cualquier costo, evita su procesamiento penal por los inconvenientes que podría ocasionarle en su lugar de trabajo. Según estadísticas, el sujeto fue denunciado en cinco oportunidades por violencia familiar, pero nunca es procesado, lamentó la denunciante, quien pide justicia. Ayer, la última causa por violencia fue reasignada a la fiscal Susan Vega, quien requirió el resultado del estudio victimológico como primera diligencia dentro de su carpeta.