Un violento joven denunciado ante el Ministerio Público por su expareja a quien reventó a golpes, está imputado y con pedido de prisión por la fiscal Rocío González, sin embargo, utilizando las influencias de su padre, un empresario adinerado del rubro de construcciones, sigue posponiendo la audiencia preliminar ante el juzgado penal de garantías, donde tienen que resolver si lo envían o no a prisión.
El denunciado es Abel Serna (25), denunciado por su expareja L.M.G. de 25 años, a quien el violento sujeto maltrató verbal y físicamente durante al menos un año, tiempo en que vivieron juntos en un apartamento ubicado en el Área 4 de Ciudad del Este. Los datos indican que Serna, siempre fue extremadamente violento y valiéndose de su estado atlético, mantenía a la denunciante a los golpes y amenazada para que no se atreviera a denunciarlo.
La última agresión ocurrió en abril de este año, cuando la mujer fue brutalmente golpeada por el cobarde sujeto. En esa ocasión, la víctima fue hasta la casa de sus padres con moretones y hematomas, producto de la violenta golpiza que recibió.
Se llenó de coraje y con el soporte de sus familiares, la víctima denunció al hombre ante la Fiscalía y el caso cayó en manos de la fiscal Rocío González de la unidad especializada en Violencia Familiar. La representante de la sociedad imputó a Abel Serna y solicitó al juzgado la prisión del sujeto.
CHICANAS
En dos oportunidades, el procesado ya postergó la audiencia preliminar en el juzgado penal de garantías n° 1 a cargo de la Jueza Teresita Cazal. El 4 de julio pasado presentó reposo por supuestos problemas respiratorios. Luego el 28 de julio pasado se presentó, pero su abogado estratégicamente no lo acompañó y la audiencia se volvió a suspender.
Mientras tanto, la víctima sigue viviendo con temor y exige justicia.
FEMINICIDIOS
La justicia selectiva sigue siendo el principal problema de la morosidad judicial en nuestro país. En la mayoría de los casos jueces y fiscales inclinan la balanza a favor de los adinerados que de los más humildes. Abel Serna es el hijo del empresario Aricio Serna, propietario de Paraná Pisos, quien según los datos está usando todos los recursos económicos que tiene a su disposición para que su hijo salga impune de esta grave denuncia.