Intolerable aumento de violencia contra las mujeres en nuestro país
Sumamente preocupante la cantidad de feminicidios que se vienen registrando en los últimos días y que evidencian un crecimiento exponencial de estos casos. De acuerdo a los datos, al menos 16 mujeres ya fueron víctimas de este flagelo en el presente año.
El cuerpo sin vida de Liz Carolina Soto (31) fue encontrado con varias puñaladas. La hallaron en una vivienda ubicada en el barrio Ricardo Brugada, más conocido como la populosa Chacarita. El asesino sería su ex pareja, de acuerdo con el testimonio que dieron los familiares. En Concepción, un hombre de 40 años ultimó a puñaladas a su ex pareja porque no soportó la separación que se produjo hace dos meses. La víctima fatal es Liliana Elizabeth Gaona (35), que deja huérfanos a tres hijos.
En San Pedro, quizás el caso más terrible, en donde una adolescente de 17 años fue estrangulada en su domicilio del barrio San Rafael, de la ciudad de San Pedro del Ycuamandyyú. El principal sospechoso del crimen es el padrastro de la víctima, quien ultimó a la joven para vengarse de la madre.
Para las Naciones Unidas, los feminicidios y la violencia de género constituyen una pandemia ignorada. Infortunadamente Paraguay aporta su propia cuota de horror a la estadística mundial. La violencia feminicida es definida en la ley 5777 como la acción que atenta contra el derecho fundamental a la vida y causa o intenta causar la muerte de la mujer, y que está motivada por su condición de tal».
El feminicidio, reconocido en nuestra legislación, representa la forma más extrema de violencia contra las mujeres, y es la manifestación más evidente de la violencia y brutalidad aceptadas culturalmente, arraigadas durante siglos de discriminación y desigualdad. Paraguay ha tenido algunos avances sin lugar a dudas, especialmente en cuanto a la legislación y en cuanto a que dispone de instituciones encargadas de específicamente de velar por los derechos de las mujeres y las niñas. No obstante, ni leyes ni instituciones están logrando poner un freno a los actos de violencia.
La Ley 5777 “De protección integral de la mujeres contra toda forma de violencia”, tiene por finalidad, promover y garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia; y establece que la violencia feminicida es la que conduce a la muerte o infringe daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, patrimonial o económico a la mujer, solamente por su condición de mujer.
La ley establece penas de cárcel de 10 a 30 años para los feminicidas, sin embargo y a pesar de la pena elevada que tiene este crimen, se siguen produciendo por todo el país. Esto implica que, aun contando con una herramienta legal y con instituciones, no es suficiente.
El Estado paraguayo no puede permitir que sigan muriendo mujeres víctimas de la violencia machista. Es urgente que se hagan nuevos esfuerzos y un compromiso genuino por parte de los funcionarios públicos que trabajan en los ministerios y en la Policía, la Fiscalía y los hospitales. Todas las personas involucradas deben estar adecuadamente capacitadas para saber manejar el delicado tema de la violencia, pero sobre todo, deben ser más eficientes para poner en marcha los protocolos de protección de las mujeres que se encuentren en peligro. En los tres casos mencionados, hubo señales e incluso pedidos de ayuda de las víctimas, que no fueron oídos por las autoridades.
Esto no debe ser solamente un llamado de atención para las autoridades. Es un urgente pedido de auxilio que debe llegar a toda la sociedad. Es necesario que la ciudadanía se involucre y comprometa para llegar a tiempo y evitar más muertes; y que entienda que no existe ninguna excusa que justifique el ejercicio de la violencia contra mujeres y niñas.
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