La política voraz no puede seguir con las maniobras de siempre para lucrar a costa de un derecho de los niños y niñas como es la merienda escolar que se ha vuelto esencial para las familias más vulnerables, en estos tiempos de dura crisis económica, que afecta a miles y miles de hogares paraguayos.
Lamentablemente, en algunas instituciones se empecinan en manipular este derecho, como el caso de la Gobernación de Alto Paraná, que adjudicó la merienda escolar por G. 54.896.536.000 para distribuir a 600 escuelas del Alto Paraná. Los alimentos llegarán a las instituciones de manera tardía y sobrefacturados, con “cereales de oro” y leche cara, proveídos por empresas de Asunción, ligadas al clan Zacarías. De acuerdo a los datos, la proveedora Rosa María Capli y el gobernador Roberto González Vaesken concretaron así un nefasto negociado, pagando a G. 60.300 por cada kilo de unos cereales que, en el mercado, se venden a tan solo G. 15.600.
Todo es un enorme negociado para que ganen las empresas amigas, que supuestamente ofrecieron a cambio el 20% de la ganancia al mismo titular del ejecutivo departamental. Cabe mencionar que, coincidentemente, Estela Margarita Peralta Lesme (UOC) es cuñada de Ever Rolón, quien fue director de la UOC, durante la administración del exgobernador, Justo “Lucho” Zacarías Irún, ahora aliado político del gobernador González Vaesken en el movimiento político Honor Colorado.
En contrapartida, pese a la presión y a las movilizaciones de los productores de banana, el gobernador excluyó olímpicamente la fruta de la merienda a pesar de que está contemplada por ley su inclusión. Desde la institución regional prometieron incluir, pero fueron puras mentiras para desmovilizar a los sacrificados trabajadores que buscaban proveer la fruta a los niños del décimo departamento. Así las cosas, algunos angurrientos políticos se manejan como verdaderos malandrines detrás de licitaciones de alimentos para nuestras escuelas. Sobrefacturaciones, licitaciones de alimentos a favor de familiares, amigos, operadores y otros mediante alevosas maniobras, mala calidad de los insumos son denuncias constantes en la prensa.
Para acabar con los negociados a costa de nuestros niños y niñas se requiere de herramientas administrativas como jurídicas, pero también de un refuerzo social que aporte la moral que se perdió en el tiempo. Las miserias que nos azotan, en momentos de profunda crisis económica, marcan un contexto en que el alimento escolar es más indispensable que nunca para que nuestra educación resista, urgen de tomadores de decisiones apegados a las normas legales, pero ante todo honestos y con voluntad de servicio en favor de la sufrida ciudadanía que mes a mes les cumple con el pago de sus salarios.
La ciudadanía debe castigar a los políticos involucrados en este tipo de inadmisibles negociados, negándoles el voto que ahora de nuevo desesperadamente buscan, para mantenerse en el poder, más allá del año 2023. Sería una afrenta para todos, si vuelven a ser electos, con los nefastos antecedentes que llevan a cuestas y que están a la vista de toda la población.