
Los ovetenses recurrieron a la violencia e intentaron agredir a los árbitros, después de no poder ganar la final a Hernandariense. Al término del lance, tras perder 4-3 ante el cuadro de Hernandarias, algunas jugadoras y otros del sector del conjunto de Coronel Oviedo atacaron al árbitro para tratar de sacar la rabia por poder obtener el cetro.
El sábado pasado se disputó la final del campeonato nacional de fútbol de salón femenino en el polideportivo Tacuru Pucú de la ciudad de Hernandarias. En la ocasión, el elenco local se impuso 4-3 para consagrarse tricampeón de manera invicta. Una vez que sonó el pitazo final, las jugadoras de Ovetense comenzaron a gritar a los árbitros del lance, Hugo Gómez y Derlis Fleitas.
Incluso trataron de acercarse a los soplapitos, peros los efectivos policiales le cerraron sus pasos. Otras personas del sector de Coronel Oviedo, descontroladas, por la desazón, tristeza, y desilusión, trataron de agredir físicamente a los jueces del partido.
Uno de ellos casi los alcanzó con golpe de puño. Gracias a la intervención de las fuerzas de seguridad, se pudo calmar los ánimos. Posteriormente, los del conjunto perdedor repartieron improperios a Martín Ota, dirigente de poca gracia, de la Federación Paraguaya de Fútbol de Salón.
Una vez más la violencia empañó una fiesta de salonismo por causa de personas que no quieren resignarse a la derrota, y de los inadaptados. Es necesario que los directivos de la entidad matriz de la referida disciplina deportiva analicen los videos para identificar a los agresores y que adopten sanciones ejemplares por el bien del deporte.