
Un grupo de tatáchos que se reunió en la calle para beber hasta el agua del florero y escuchar música a todo volumen, entre la noche del sábado y la mañana de ayer domingo, impidió el rezo de la santa misa mba’embo en una parroquia del barrio Fátima de Ciudad del Este. Uno de los responsables del hecho sería un funcionario de la Junta Municipal. El arriero argelado y tavyrón cuenta con una condena de 4 años por lesión grave, que está pendiente de confirmación por la Cámara de Apelaciones.
El bailongo callejero comenzó el sábado rory cuando varios tatáchos se reunieron frente a la casa de Máximo Ramón Sosa Fernández, quien ndaje trabaja en la Junta Municipal de la capital del Alto Paraná.
Los mismos sacaron un vehículo con enormes parlantes frente a la casa del ñembo prepotente que se cree dueño del barrio voi y al son de la música tropical comenzaron a bailar a todo trapo y darle con todo a los tragos, según olalá los vecinos kuéra, quienes incluso filmaron con celu la polución sonora y ruidos molestos mba’embo.
La musiqueada continuó toda la noche sabatina, siguió la madrugada y se prolongó hasta cerca del mediodía de ayer domingo, omombe’u los afectados. A raíz de esta situ, los lugareños se vieron obligados nadje a suspender la misa dominical que suele realizarse en la iglesia, que justo está frente a la casa del tal Máximo.
Como la farra continuaba sin parar, algunos de los pobladores hicieron la denuncia correspondiente ante las autoridades. Luego, los voláis de la subcomisaría de la zona y la Fiscalía intervinieron en el lugar, pero Sosa Fernández entró como si nada a su casa ha okañyete voi. Mientras, los parranderos katu huyeron pya’e del sitio.
Upei los intervinientes llevaron con una grúa el rodado utilizado para escuchar la música en la calle. Máximo Sosa Fernández deberá afrontar una investigación en la unidad fiscal, a cargo de Cinthia Leiva, quien está de turno, aipo por polución sonora, ruidos molestos y otros delitos.
CONDENADO POR BALEAR A VECINOS
Según datos, Sosa Fernández es un bochinchero y tatácho empedernido voi. El mismo en el 2017 había baleado a algunos vecinos, tras una pelea desatada por la construcción de una muralla.
Por este caso, el tipo fue condenado a 4 años de prisión en un juicio oral, que se llevó a cabo el 2 de setiembre de 2021. El tribunal que lo condenó estuvo conformado por Vitalia Duarte, Fabio Aguilar y Serafín González.
Según antecedentes, el arriero tavyrón ojapipaite a Alberto Renán Almirón Domeq, a su hermano Jonathan Diosnel Almirón y a la novia del primero de los citados. Sin embargo, tras el hecho varios vecinos intervinieron y redujeron patadapúpe al criminal, le sacaron su arma y luego le llevaron de su hópo a la comisaría.
Posteriormente, fue procesado y finalmente condenado. El mismo debía estar tras las rejas de la prisión, pero como la justicia es benevolente aipo debe esperar que la sentencia quede firme para ir a la cecerolita.
Mientras tanto, el badulaque anda haciendo de las suyas y creando sarambi entre los vecinos, quienes no pueden ni descansar bien de él, según comentaron.