El pequeño de 7 años que vendía caramelos con su madre en una céntrica galería de Ciudad del Este no recibió el amparo de las instituciones que deberían de velar por su protección y seguridad, luego de sufrir una tremenda patada de un hombre que tiene un local de venta de celulares, supuestamente por haberle tocado la pierna. Solamente, algunos testigos auxiliaron al niño y, según su progenitora, desde la Codeni le advirtieron que puede perder la patria potestad.
Un testigo filmó el preciso momento en que el niño recibió el fuerte golpe en el rostro. El video incluso muestra cómo otras personas corren a ver cómo quedó la víctima, mientras que su agresor, un joven que tiene un local de reparación de teléfonos celulares, ni se inmutó con las consecuencias que podría tener su reacción contra una criatura.
Ante esto, la Consejería Municipal de la Niñez y la Adolescencia (Codeni) intervino en el caso y de acuerdo a lo dicho de la mamá del niño golpeado, la titular de la dependencia, Cela Cabañas, le manifestó que no denuncie el caso porque, de lo contrario, perdería la patria potestad del pequeño de 7 años y sus demás hermanos menores.
“Yo no niego, mi hijo estaba vendiendo caramelos, pero estaba conmigo, él no estaba solo en el centro. Hacemos esto para costear nuestras necesidades básicas del día a día, mientras que sus demás hermanos se quedan en la guardería municipal. No es justo que por ser de condición humilde tengan que hacer eso y amenazarme a mí con quitarme mis hijos”, reclamó la mujer que vive en un inquilinato con los pequeños en un barrio de Ciudad del Este.
Tampoco la Fiscalía de hechos punibles contra niños y adolescentes tomó intervención en el caso, alegando que la violencia no sufrió de parte de una persona que tiene su tutela, de acuerdo a las explicaciones de la fiscal Vivian Coronel. La unidad penal de turno tampoco se interesó del caso y menos la comisaría jurisdiccional.
Cuando el caso tomó estado público, un aluvión de críticas se centró sobre la madre del niño porque lo hacía trabajar a tan corta edad, sin embargo, ella se defendió diciendo que acompañaba al pequeño al centro de la ciudad y que con el inicio de clases ya dejaría de ir para la venta de caramelos. La madre está en estado de gravidez y todos viven en situaciones muy precarias en el inquilinato.
UN ARREGLO
El agresor del niño de 7 años está libre, sin ser molestado por las autoridades pese a su reprochable acción. La mamá de la víctima dijo que familiares del hombre contactaron con ella para ofrecerle dinero, a cambio de dejar pasar lo ocurrido.
“No tengo intenciones de negociar, mi hijo no es una mercadería, lo que le hicieron está muy mal, pero nadie hasta ahora hizo algo por él, al contrario, a mí me amenazan con quitarme mis hijos, si yo insisto con mi denuncia”, explicó la mujer.
