Los transportistas escolares del Alto Paraná celebraron el regreso de las clases presenciales, pues volverán a trabajar luego de dos años de cese de actividades debido a la pandemia del Covid-19. En el décimo departamento, unos 500 trabajadores del volante dependen del movimiento estudiantil, y el 50% volverá a operar a partir de este febrero.
La suspensión de las clases presenciales causó un tremendo perjuicio a los trabajadores que se dedican al transporte de estudiantes. El 2020 y 2021 fueron años perdidos para el sector, que se reinventó en otras actividades para llevar el sustento a sus familias.
Gustavo Bullón, presidente de la Federación de Transportes Escolares del Alto Paraná, mencionó que los asociados están muy esperanzados de trabajar normalmente en este 2022. “Estamos muy contentos con el inicio de las clases en forma presencial. Hay algunas instituciones que están empezando en la modalidad burbuja, pero ya con el correr de las semanas también permitirán que los alumnos vuelvan a las aulas”, indicó.
Resaltó que “volver a la normalidad es una alegría inmensa, es como volver a nacer, después de tanto tiempo sin trabajar, estamos reactivando. Estamos Muy contento todos”.
Bullón comentó que en el distrito de Minga Guazú, unos 17 asociados ya empezaron con el servicio de transporte escolar. “En forma general, un 50% lo que va a reactivar en este febrero”, indicó.
Precisó que la federación aglutina a unos 500 transportistas escolares en todo el departamento, pero debido a la crisis económica por la Covid-19, muchos de ellos optaron por vender sus móviles para poder solventar y mantener a sus familias.
Recordó que, cuando se decretó la cuarentena preventiva por la pandemia en marzo del 2020, fueron los primeros afectados por la medida sanitaria, resaltando que hasta el momento no recibieron ningún tipo de ayuda por parte del Gobierno. “Somos uno de los sectores más olvidados”, lamentó, al tiempo de mencionar que cientos de familias dependen de la actividad estudiantil.
