HERNANDARIAS. El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, confirmó que los guardias privados del Paraná Country Club fueron demorados, en el marco de una investigación sobre tráfico internacional de droga y lavado de dinero.
El personal de seguridad está conformado por unos 20 agentes, que serán indagados por la fuga del narco brasileño Lindomar Reges Furtado, quien residía en una lujosa vivienda del condominio privado. “Vamos a analizar todo los pormenores del caso para saber si hubo algún tipo de colaboración inescrupulosa por parte del cuerpo de seguridad privada”, explicó Doldán.
A tempranas horas de este martes, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Policía Federal del Brasil allanaron la residencia de Furtado y la fábrica “Black Eagle”, situada en el km 8,5 Acaray de Ciudad del Este, que también sería propiedad del brasileño.
Asimismo, en el vecino país se realizaron operativos en simultáneo, que dejó como resultado la detención de Marcos Espíndola Marqués de Pádua, vinculado al tráfico internacional de cocaína.
La investigación se inició hace 18 meses, con el despliegue de 200 policías federales para el cumplimiento de 20 órdenes de captura y 30 allanamientos, dispuestos por los juzgados de Río de Janeiro, São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso, además de medidas de cooperación policial entre Paraguay, España y Emiratos Árabes Unidos (Dubai).
Las pesquisas destaparon la existencia de un grupo responsable de la compra de droga en países productores (Bolivia y Colombia), que era llevada al Brasil, de donde se enviaba a Europa.
