MINGA GUAZÚ. Agentes de la comisaría 8ª de esta ciudad serán denunciados ante el Ministerio Público por los familiares de un humilde joven que trabaja como delivery de pizzas y hamburguesas, a quien los uniformados detuvieron y le habrían plantado droga. El grave caso ocurrió alrededor de las 23:40 del martes 8 de febrero pasado sobre la avenida Mariscal J. Félix Estigarribia c/ Padre Guido Coronel, centro urbano del km 16 Acaray. Los policías acusaron al joven de adicto y de distribuidor de drogas, sin embargo, el afectado se sometió a cuatro análisis toxicológicos, de sangre, orina y saliva para detectar la presencia de drogas o de otras sustancias químicas, y todos los resultados dieron negativo, pero aún así sigue preso.
El pobre trabajador Cristhian David Cáceres Bogarín (18), domiciliado en el barrio San Antonio, del km 16, lado Acaray, está preso injustamente hace casi una semana. El día del hecho el joven estaba al mando de una motocicleta de la marca Kenton Fusión, color negro, con matrícula 732 CDG, cuando sobre las calles mencionadas más arriba fue interceptado por una patrullera de la comisaría 8ª, de la cual descendieron el suboficial inspector Alfredo Mendoza, acompañado por el suboficial ayudante Marcos Dávalos y el suboficial ayudante Rogelio Gaona y empezaron a maltratar al joven a quien a toda costa querían llevar a la sede policial, pese a que contaba con todos los documentos personales y de la moto que conducía.
Los uniformados se abalanzaron sobre el trabajador quien trató de defenderse, pero no pudo contra los tres y fue reducido, cuando ya fue esposado, uno de los agentes empezó de catearlo, y supuestamente halló una bolsita con cocaína en el bolsillo de su pantalón. El joven empezó a gritar pidiendo auxilio en ese momento salieron los vecinos a observar que es lo que pasaba y uno de ellos filmó el momento en que los uniformados forcejeaban con el afectado que no podía creer lo que le estaba ocurriendo, ya que aseguró que nunca fue consumidor ni vendedor de drogas.
SIGUE PRESO INJUSTAMENTE
Cristhian David Cáceres Bogarín fue llevado a la sede policial, y el caso fue comunicado al fiscal Elvio Aguilera, quien dispuso que el joven sea llevado al calabozo de la Dirección de Policía del Alto Paraná, donde sigue preso injustamente hasta la fecha.
ANÁLISIS TOXICOLÓGICOS
Ante tamaña injusticia, familiares del joven exigen que se liberado y para demostrar que no tiene vinculo alguno con la droga supuestamente encontrada en su poder, lo sometieron a cuatro análisis toxicológicos; De sangre, orina y saliva para detectar la presencia de drogas o de otras sustancias químicas, y todos los resultados dieron negativo. Confirmando la versión del detenido, quien aseguró que nunca probó cualquier tipo de droga.
INSISTENTES LLAMADAS
Desde que los uniformados se enteraron que van a ser denunciados ante el Ministerio Público, los familiares del joven empezaron a recibir constantes llamadas del suboficial ayudante Marcos Dávalos, quien está tratando de “arreglar” el mal procedimiento que prácticamente le fundió la vida al trabajador.
