
Unos 130 levantamientos de muestras para pruebas de Covid-19 se realizan en el “autolab”, habilitado en el Laboratorio de Biología Molecular de la Fundación Tesãi de Ciudad del Este. Los costos no son accesibles, pese a la gran cantidad de inversión de la Itaipu a la institución y la deuda que mantienen con la sociedad. Los administradores se aprovechan usando modernas tecnologías y personal de salud para lucrar en pandemia, no solo con pruebas covid sino también con estudios para otras enfermedades.
Un grupo de bioquímicos, técnicos y auxiliares procesan en el nuevo y moderno Laboratorio de Biología Molecular un promedio de 130 muestras diarias de PCR, además del test rápido (antígeno) y otros estudios para detección de enfermedades respiratorias, como influenza A-B, H1N1, entre otros.
La tarea en el Laboratorio de Biología Molecular de la Fundación Tesãi es incesante, los casos positivos de Covid-19 están a la orden del día, por lo que dispara la demanda de hisopados en el servicio para descartar o confirmar la enfermedad. Eso es aprovechado en el “autolab”, donde los interesados no descienden de sus vehículos para realizarse las pruebas y se realizan hasta las 18:00.
PRECIO INACCESIBLE
El precio del hisopado PCR-RT es de G. 380.000 y el antígeno (test rápido) tiene un costo de G. 204.000, inclusive, para los asegurados, siendo que la Itaipu invierte millones por ellos. El laboratorio se encuentra ubicado frente a la Gobernación del Alto Paraná, sobre la avda. Andrés Rodríguez, y fue habilitado de la mano de la Décima Región Sanitaria, es decir, del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
ALTA TECNOLOGÍA
El moderno Laboratorio de Biología Molecular permite la detección del SARS-CoV-2 (Covid-19) en un promedio de tres horas, garantizando certeza, precisión y confiabilidad en el método de PCR-RT, mientras que en Salud Pública, los pacientes deben sortear todo tipo de dificultades para acceder a las pruebas y más aún a los resultados.
DESPILFARRO
En el momento más difícil de la pandemia, la Itaipu y la Fundación Tesãi, administrada por el gerente ejecutivo, Fernando Bittinger, no cooperaron de cerca con la ciudadanía, solo se dedicaron en recaudar, y el dinero ingresado, aparentemente, va directamente al despilfarro, debido a que ni siquiera hay una rendición de cuentas sobre ello.