HERNANDARIAS. Una criminal negligencia del Ministerio Público permitió que una madre entierre a un extraño, pensando que era su hijo desaparecido. Esta historia tiene como protagonista a doña Miguela Melgarejo, cuyo hijo, Edgar Arnaldo Villalba Melgarejo, desapareció a mediados de setiembre del 2021. Dos meses después, el cuerpo de un hombre con similares características a las del desaparecido flotó en el río Paraná, ya en avanzado estado de descomposición. Creyendo que era su hijo, la mujer reconoció el cadáver, y la Fiscalía le entregó sin siquiera tomarse el trabajo de confirmar su identidad o la causa de muerte. La madre de escasos recursos hizo lo imposible para costear los gastos del sepelio y lo sepultó. El lunes último, se enteró que su hijo estaba vivo y que enterró a un extraño, cuyos familiares seguramente lo estarán buscando.
Edgar Arnaldo Villalba Melgarejo, de 26 años, desapareció el 9 de septiembre del 2021 del asentamiento Santa Clara de Hernandarias, donde vivía con su madre Miguela Melgarejo, de 47 años, y sus hermanos. El sábado 13 de noviembre del 2021, el cuerpo sin vida de un hombre en estado de descomposición fue encontrado flotando a orillas del río Paraná, en el barrio San Miguel de Presidente Franco. En ese entonces, la fiscal de turno, Viviana Sánchez, dispuso que el cuerpo sea depositado en la funeraria Núñez de esa ciudad.
CREYÓ QUE ERA SU HIJO
El martes 16 de noviembre, doña Miguela llegó hasta la funeraria Núñez y verificó el cadáver hallado en el río. Increíblemente, el cuerpo tenía rasgos similares a las de su hijo y en medio del dolor y la desesperación, la mujer reconoció los restos como si fuera el de Edgar Arnaldo. Retiró el féretro y con la ayuda de sus vecinos, amigos y políticos de la zona, enterró el cuerpo en el camposanto del barrio Caacupemí de Hernandarias.
ESTABA VIVO
El lunes 17 de enero último, una seguidora del diario La Clave envió la foto de un joven, a quien encontraron perdido en la zona del km 26, Minga Guazú. La mujer pidió que se publique la fotografía a fin de que alguien lo reconozca y lo pueda buscar. Grande fue la sorpresa de doña Miguela, porque su hija, Maricel Melgarejo, domiciliada en Nueva Esperanza, vio la publicación y reconoció a su hermano. Inmediatamente, se comunicó con su madre y esta al ver la fotografía casi tuvo un paro cardiaco.
Al día siguiente, o sea el martes, ya alrededor de las 20:00, Edgar Arnaldo regresó a su casa después de cuatro meses. Ayer un equipo periodístico de este medio fue a la ciudad de Hernandarias, donde la mujer relató que su hijo se había golpeado la cabeza y desde esa vez tiene problemas mentales, por lo que teme que vuelva a escapar.
Doña Miguela también pidió ayuda a las autoridades para recuperar los documentos de su hijo, ya que ahora mismo, para el mundo está muerto, según el certificado de defunción que le entregaron con el cadáver.
EXHUMACIÓN
La fiscal de turno de ese entonces fue la de Presidente Franco, Viviana Sánchez, quien dispuso la entrega del extraño a doña Miguela. Ahora, la representante de la sociedad tiene la obligación de retirar el cuerpo del cementerio y enviar al laboratorio forense para identificarlo y saber las causas de muerte.
