TIEMPO EN ALTO PARANÁ

Hechos de corrupción revelados en municipios donde se dio la alternancia

En Minga Guazú se dieron numerosos casos de corrupción que hicieron que se rompa la hegemonía del clan Caballero.

La alternancia en varios distritos del Alto Paraná permitió saber que muchos intendentes manejaban un esquema corrupto, tras estar por más de un periodo al frente de las comunas. Deudas, vehículos en desuso y sin dinero en caja hicieron que muchos recurrieran al Ministerio Público al constatar hechos punibles en el manejo del dinero público.

Uno de los casos más evidentes se dio en Minga Guazú, donde Diego Ríos, de un movimiento independiente, se impuso a los años de hegemonía del “clan Caballero”, encabezado por Digno Caballero y familia, quienes, desde el momento de transición, pusieron trabas a la nueva conducción de la Municipalidad.

Lucas Caballero, intendente interino, había ordenado el cierre de la institución por una semana, bajo el argumento que realizarían procedimientos administrativos. El equipo de transición fue a la sede comunal con una escribana pública y los salientes responsables revieron su postura.

La Comuna tiene deudas superiores a los G. 8.500 millones y muchas no tienen documentos respaldatorios, mientras que el mes pasado, la nueva administración municipal denunció ante el Ministerio Público a los exintendentes Digno Caballero y su hermano Lucas Caballero, como también a otras personas que borraron la base de datos de la Municipalidad y con eso no se tiene un registro del pago de tributos de los contribuyentes.

En Hernandarias también los electores no permitieron el continuismo y aunque es de extracción colorada, Nelson Cano, quien se postuló por un movimiento independiente, ganó las elecciones municipales y una de sus primeras medidas fue pedir a los funcionarios que pongan su cargo a disposición si no cumplen una función específica.

La gestión de Rubén Rojas siempre fue cuestionada por los concejales que han presentado incluso un pedido de intervención de la Comuna por varias irregularidades como un préstamo a pocos días de dejar el cargo para pagar a funcionarios y el desvío de fondos por millones de guaraníes que nunca fueron investigados.

En Mallorquín, Mario Noguera fue derrotado por el candidato independiente, pero con aliados colorados, Elvio Coronel, quien también encontró una municipalidad desastrosa y ya pidió a la Junta Municipal, la aprobación de una auditoría de la administración municipal desde el año 2015.

Existe una deuda superior a los G. 1.700 millones y que está debidamente documentada tras el corte administrativo. Se realizó igualmente el inventario de los bienes, propiedad de la institución municipal, que incluye el parque automotor, que estaba disperso en talleres y terrenos particulares.

En Ñacunday, el intendente Rafael Ramírez (ANR) se sinceró con los funcionarios porque no había dinero para pagar sueldos de noviembre, diciembre y aguinaldo. La nueva administración recibió G. 12 millones en caja y no puede recibir transferencias de fondos de royalties y Fonacide porque no ha presentado su rendición al Ministerio de Hacienda.

Varios municipios del departamento están atravesando esta crisis, muchos están en saldo rojo y no tuvieron el aval de su corporación legislativa o el banco no les aceptó el préstamo que solicitaron, por esa deficiente situación financiera que los delata.

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