
El fiscal Juan Daniel Benítez ordenó la detención preventiva de un sujeto sospechado como autor de un caso de feminicidio ocurrido el sábado último, en horas de la noche, en Minga Guazú. La medida afecta a Silvio Salvador Zárate Encina, cuyos demás datos se desconocen por darse a la fuga luego de cometer el crimen en el que perdió la vida su expareja Fermina López, de 40 años. El presunto criminal estaba con una serie de restricciones en el marco de un proceso penal que por violencia familiar le entabló la ahora fallecida. Entre las prohibiciones, Zárate Encina no podía acercarse al domicilio de su expareja, por lo que el juzgado le aplicó en su momento la exclusión domiciliaria que estaba vigente al momento del crimen. Una abogada se presentó por la defensa del encausado a solicitar el levantamiento, que le fue denegado.
El despechado premeditó el crimen y lo ejecutó de la peor manera, violentando disposiciones legales, ya al llegar al domicilio de la víctima alrededor de las 23:00. Ingresó directamente a la habitación de la mujer, a quien primeramente golpeó con un hacha en la cabeza y luego se apoderó de un cuchillo con el que le aplicó una herida en el cuello. La Policía tenía la orden judicial de detención de Silvio Salvador, pero según fuentes oficiosas la habría incumplido, ya que presuntamente la pareja había retomado la relación sentimental, pese al proceso que generó la serie de imposiciones, finalmente violentadas por el sujeto. La fiscal Susan Vega confirmó ayer diligencias dictadas a partir del 22 de octubre, cuando recibió la causa y ordenó la detención el 25 del mismo mes.
NUEVO PROCESO
Con los acontecimientos del último sábado, el presunto criminal complicó su situación, puesto que el fiscal Benítez, ya libró nuevamente la detención, pero bajo la carátula de feminicidio contra el mismo sujeto. Según dijo ayer el fiscal del caso, la médica forense Raquel Cáceres diagnosticó como causa de la muerte, los dos hachazos de contra filo en la cabeza. Asimismo habló de la puñalada en el cuello, más heridas cortantes superficiales en varias partes del cuerpo. Destacó como causa de muerte, la pérdida de masa encefálica como consecuencia de los golpes.
La pareja tiene dos hijos ya mayores de edad, que ante el fallecimiento de su madre y la fuga de su padre, asumieron las consecuencias de la criminal acción de su progenitor. Los intervinientes se incautaron de varias evidencias relacionadas al hecho que se investiga. Zárate Encina, incluso, se hizo de tiempo para modificar la escena del crimen y pegarse una ducha y cambiar de vestimenta antes de darse a la fuga. El caso lo expone a la pena máxima, con medidas de seguridad, como único responsable del hecho.