TIEMPO EN ALTO PARANÁ

En Ñacunday no hay plata para sueldos y aguinaldos de funcionarios municipales

La Comuna de Ñacunday está en quiebra. No hay dinero para salarios ni aguinaldos.

En el distrito de Ñacunday no hay dinero para pagar sueldos de noviembre, diciembre y aguinaldo a los funcionarios municipales y ayer en horas de la mañana se conversó con los mismos para informar sobre el punto. La nueva administración recibió G. 12 millones en caja y no puede recibir transferencias de fondos de royalties y Fonacide porque no ha presentado su rendición al Ministerio de Hacienda.

El intendente Rafael Ramírez (ANR) dijo que necesitan al menos G. 350 millones para cumplir con los funcionarios y también con los miembros de la Junta Municipal. Una alternativa puede ser que algún contribuyente adelante el pago de sus impuestos del año venidero, para poder paliar la situación, atendiendo a que la zona tiene una vasta zona de cultivos de granos y el pago por la tenencia de tierra tiene un valor interesante.

“El municipio está en quiebra, estamos viendo qué salida lograr porque no disponemos recursos y no podemos siquiera recurrir a un préstamo, porque no lo conseguiríamos con la situación financiera en la que estamos, y tampoco podemos prometer a los funcionarios y concejales, algo que no vamos a poder cumplir. Seguimos gestionando ingresos para poder ver cómo cumplir con los trabajadores”, explicó el intendente Ramírez.

LAS DEUDAS

La administración de Everaldo De Vitte dejó muchas deudas en la Municipalidad, hasta el momento se han contabilizado unos G. 400 millones con proveedores, además de lo que se tiene con los funcionarios. El presupuesto genuino de la Comuna es de unos G. 3.500 millones y con los fondos de royalties y Fonacide, llegan a unos G. 7.000 millones.

El parque automotor de la institución está en ruinas, tienen dos tractores que lo usan a medias y luego ya debe ser reparado. “Nuestros tractores se usan media hora y luego ya están uno a dos días en el taller. Así también la motopala y la motoniveladora están en pésimas condiciones. La gente nos pide reparación de caminos y como saben el 90% de los caminos no están pavimentados”, explicó el jefe comunal.

UNA ACCIÓN PENAL

Ramírez dijo que están haciendo un levantamiento de datos de la gestión de De Vitte y del otro intendente que quedó en forma interina, a la par ya pidieron a la Contraloría General de la República una auditoría a la gestión de ambos, pero una vez que tengan documentos que respalden las irregularidades, recurrirán al Ministerio Público.

Uno de los casos es la transferencia por unos G. 900 millones a una comisión de desarrollo comunitario, pero en la municipalidad no hay documentaciones al respecto. Supuestamente fue para la construcción de pozos artesianos y los vecinos se quejan que los mismos no tienen utilidad porque no están en funcionamiento.

Otro de los casos es la construcción de los “baños de oro” en el Parque Nacional Ñacunday, donde dos letrinas fueron presupuestadas en un monto de G. 50 millones. “Nosotros hablamos con el contralor general y nos dijo que la vía más rápida es la denuncia penal, pero esta actual junta municipal, por amplia mayoría aprobó el pedido de auditoría de gestión a la CGR, mientras eso estamos de manos atadas y no sabemos por dónde empezar”, lamentó el nuevo intendente de Ñacunday.

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