
Aumenta el número de denuncias de incumplimientos laborales contra industrias maquiladoras del Alto Paraná. Los trabajadores afirman que las fábricas son protegidas por el mismo Gobierno, por lo que el Ministerio de Trabajo hace caso omiso y no interviene los establecimientos. Uno de los tantos casos es del de Hoahi SA, con un centenar de acusaciones por supuesta explotación a sus funcionarios y la total falta de condiciones de seguridad para operar.
De acuerdo al informe del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), en los últimos años más de 200 empresas se instalaron en Paraguay, que operan bajo el régimen de maquila. En lo que respecta al empleo, generan unos 21.000 puestos, sin embargo, en algunas industrias imperan regímenes que rayan el sistema de esclavista, según varias denuncias.
En Alto Paraná, numerosas industrias que operan bajo este régimen poseen antecedentes por violaciones laborales, pero llamativamente ninguna de ellas fue sumariada o sancionada.
Uno de los recientes casos, fue el de la maquiladora Hoahi SA, dedicada al rubro textil, con la fabricación y comercialización de mantas, mantas decorativas, colchas y medias.
Tras las múltiples denuncias y manifestación de exempleados, el Ministerio de Trabajo intervino la planta industrial dejando en evidencia las pésimas condiciones en el que opera la empresa. La compañía está situada en el barrio Don Bosco de Ciudad del Este. La misma carece de sistema de detección de incendios, no cuenta con salidas de emergencia, aireación, entre otras irregularidades.
También revelaron que los empleados trabajan sin los equipos de seguridad correspondientes y en algunos sectores no se cuenta con botiquín de primeros auxilios. Incluso, en el reporte se detalla que los empleados deben trabajar por largas horas, sin descanso. Por ejemplo, en el sector denominado “Vuelta de medias”, los funcionarios deben estar de pie durante toda la jornada laboral y no tienen sillas o asientos auxiliares. La labor consiste en voltear medias, y cada trabajador tiene una meta de 14.000 calcetines diarios, en caso de que no lleguen al objetivo establecido, reciben un llamado de atención por partes de sus superiores.
INTOCABLES
Los denunciantes refieren que, en la mayoría de los casos, los reclamos terminan en el “oparei”, es decir, en la nada, dado que contarían con la protección de las altas autoridades del Estado. Pese a las evidencias de irregularidades contras las empresas, las mismas continúan operando con total normalidad.
El Gobierno utiliza “como bandera” a las maquiladoras con el discurso de millonarias inversiones, generación de empleo y récord en exportaciones, pero la realidad es diferente, dado que los dueños someten a una cuasi esclavitud a los trabajadores.