
Unos 525 adultos mayores de Presidente Franco recibieron ayer sus respectivas tarjetas de débito para recibir la pensión, brindada por el Ministerio de Hacienda. Los trámites de los documentos, realizados con anterioridad, y la entrega de los plásticos, que tuvo lugar en el palacete comunal, lo encabezó los funcionarios del ejecutivo y legislativo municipal, con total desorganización, según reclamo de los ciudadanos de tercera edad. Mencionaron la tardanza con la que se realizó la entrega, el calor que tuvieron que pasar dentro del recinto, la falta de parlantes y el trato prepotente de algunos empleados.
Este miércoles se llevó adelante la entrega de la pensión del Estado a adultos mayores, un beneficio económico de G. 500.000, en una tarjeta de débito del Banco Nacional de Fomento. En la primera repartición, un total de 525 de ancianos fueron beneficiados, y al menos unas 200 personas más recibirán la ayuda en las próximas semanas, cuando los plásticos sean enviados desde Asunción.
La sede municipal fue el escenario de este acontecimiento, desde las 08:00. El sitio, pese a contar con sistemas de aire acondicionado, no dio abasto, ante la gran cantidad de abuelitos que aguardaban su turno para ser atendidos. Esta “aglomeración innecesaria”, como los propios beneficiarios reclamaron, se vio acompañada por la lentitud en la atención y la falta de parlantes para que los abuelitos escuchen sus respectivos nombres, además del trato intolerante y soberbio de algunos funcionarios, según expresaron.
El desorden se repite cada año en todas las ciudades de este departamento. En marzo de este año, el polideportivo municipal de Ciudad del Este, también fue sede de una aglomeración de abuelitos, por la falta de organización de los responsables de repartir los plásticos. Este déficit se da ante la presente amenaza del Covid-19 y los funcionarios que no prevén la comodidad de este sector vulnerable de la sociedad.