La jueza de garantías nº 8 de Ciudad del Este, Nilda Estela Cáceres, quien entiende en la causa del asesinato del joven Osvaldo Barrios, dispuso ayer el traslado del policía “gatillo fácil”, Ariel Sanabria Ortiz, a la Agrupación Especializada de la Policía en la capital del país, donde deberá guardar prisión preventiva. El mismo está procesado por homicidio doloso y omisión de auxilio y estaba recluido desde el 6 de agosto pasado en la Dirección de Policía del Alto Paraná, donde no existe siquiera una celda especial para encarcelar a uniformados.
La decisión de la magistrada se dio luego de una denuncia periodística que daba cuenta que la Dirección de Policía no era un lugar seguro por falta de control y existía un inminente peligro de fuga del procesado que fue denunciado por los familiares de la víctima. A eso se suma que el policía, desde un primer momento, intentó burlar la investigación al cambiar su arma reglamentaria por otra pistola.
El suboficial segundo Ariel Sanabria Ortiz está acusado de matar de un disparo en la cabeza al joven Osvaldo Barrios, de 31 años. El lamentable suceso ocurrió el 4 de agosto último en el km 6,5 sobre la avenida San Blas de Ciudad del Este, tras una persecución desatada en el km 8 Acaray, cuando un libanés, identificado como Noor Mohamed, evadió un control policial.
Tras la alarma en la fila policial, un grupo de uniformados a bordo de una patrullera de la comisaría 7ª del barrio San José se sumó al procedimiento. Finalmente, interceptaron el automóvil del perseguido, pero sin antes detener la marcha, según el informe de la propia Policía, el suboficial Sanabria realizó dos disparos y uno de los proyectiles se incrustó en la cabeza del joven padre de familia, quien luego de algunos minutos murió en un hospital.
INVESTIGACIÓN
El encargado de la investigación es el fiscal Edgar Torales, quien tomó la causa tras haberse iniciado con su colega Luis Trinidad que lo interinaba en ese entonces. Los familiares sostuvieron su firme confianza en el representante de la sociedad y manifestaron su fe en que el agente policial sea condenado por la justicia ejemplarmente.
COMO EN SU CASA
Según denuncias de los familiares de la víctima, el suboficial Ariel Sanabria Ortiz vivía como en su casa en la Dirección de Policía del Alto Paraná, en una pieza sin rejas, con todas las comodidades. Recibía visitas diarias sin control alguno, y lo más grave de todo es que, supuestamente, podía darse el lujo de salir en horas de la noche y volver al amanecer.
