La histórica crisis hídrica que afecta al Paraguay no solo tiene efectos en la navegabilidad y el transporte de granos producido en el país, sino también en la generación energía. El periodo más crítico se registró entre los meses julio y agosto, cuando la Central Hidroeléctrica Itaipu operó con el mínimo de unidades sincronizadas en algunas ocasiones. Actualmente, las condiciones para la generación están mejorando debido a las lluvias registradas entre septiembre y octubre.
El ingeniero Hugo Zárate, superintendente de Operación de la Binacional, informó que actualmente en la usina están operando entre 14 y 18 unidades generadoras sincronizadas debido a que el río Paraná se encuentra con caudales muy por debajo de su promedio con respecto a los inicios de la operación de la usina en el año 1984.
A modo de referencia, significó que el caudal afluente promedio al embalse de Itaipú es aproximadamente 11.500 metros cúbicos por segundo. Debido a la sequía este año esta con un promedio de 6.800 metros cúbicos por segundo, lo que representa el 59% del promedio histórico. “Valores semejantes eran más frecuentes antes de la década del 70, cuando aún no estaban operativos los embalses de regularización sobre el río Paraná”.
Es más no se espera que el problema pueda subsanarse completamente para el año 2022 tomando en considerando el estado de almacenamiento de los embalses aguas arriba de Itaipu, la situación hidrológica de la cuenca del río Paraná y las previsiones climáticas actualizadas.
Este escenario hídrico ya provocó una caída del 15% en la producción eléctrica con respecto al 2020, y un 35% respecto al 2016, cuando se alcanzó la máxima generación. La producción esperada para el año 2021 con relación al 2020 es inferior en 12%, y 35% inferior con relación al 2016.
El ingeniero Zárate señala que la Itaipu Binacional la producción está estrechamente relacionada al caudal afluente. “A menor caudal afluente, menor producción, y viceversa”.
COMPARACION
A modo de comparación, la producción anual promedio del período 2000-2018 fue de aproximadamente 91.600 GWh. El récord de producción anual fue en el año 2016 con 103.000 GWh. En tanto en el 2020 se ha cerrado con 76.382 GWh y se estima concluir el 2021 con cerca de los 67.000 GWh.
Esta situación afecta a ambos países (Brasil y Paraguay) y que, en términos de capacidad de producción de energía hidroeléctrica, esto no es exclusivo del río Paraná. “En los últimos años se ha verificado una tendencia de reducción de los niveles de almacenamiento de los embalses del sistema brasileño, principalmente atribuida a la escasez de lluvias”.
Según el ingeniero Zárate esta situación conlleva a la necesidad de accionar una mayor cantidad de usinas termoeléctricas, que son más caras, aumentando el costo de la energía para el consumidor final del Brasil. “Adicionalmente, existen otros tipos de impactos relacionados con los usos múltiples del agua, tales como navegación, turismo, irrigación, abastecimiento de agua, y eventuales daños ambientales”.
FACTURACIÓN
Sobre la caída de la producción en términos económicos, el ingeniero Zárate aclaró que, en el caso de Itaipu, por la manera en la cual se facturan los servicios de electricidad, no se puede hablar de pérdidas. Dijo que, conforme al Tratado, los contratos son por disponibilidad de potencia y no por la energía suministrada. “Adicionalmente, también por Tratado, la Itaipu es una empresa que opera a costo, esto significa que no puede tener pérdidas ni lucros”, precisó.
Sin embargo, indicó que existen otros tres rubros económicos que son afectados directamente por la producción de energía y ellos son: las regalías, que son los montos que la Itaipu debe transferir a los estados condóminos y son calculados en función a la producción de la usina.
“De esta manera, como se esperan valores más bajos de producción, se transferirán montos menores en este concepto. Asimismo, los encargos de administración, transferidos a la ANDE y Eletrobras, serán menores porque también son calculados en función a la producción de energía. Igualmente, el estado paraguayo recibirá un monto menor en concepto de energía cedida al Brasil”, concluyó.
