Surgen nuevas evidencias sobre accionar extorsivo de agentes de Patrulla Caminera
Inspectores de la Patrulla Caminera, una vez más, fueron sorprendidos realizando operativos muy dudosos sobre la Ruta PY07 (exsupercarretera), inmediaciones de la Central Hidroeléctrica Acaray, en Hernandarias. Lo más grave es que en el lugar, transeúntes y personas que protestaban por el operativo “pro bolsillo” encontraron casualmente tiradas al costado de la ruta varias boletas de multa expedidas por inspectores de la Caminera (que siempre realizan sus controles en dicho lugar), que habrían sido confeccionadas para “apretar” y, después de arribar a un “acuerdo” con los afectados (transa), fueron “anuladas” y arrojadas a un costado de la calle, de acuerdo con las presunciones.
El polémico operativo de control se realizó el miércoles en horas de la mañana en el lugar mencionado. Varios conductores “cayeron” en los controles de los agentes de la Caminera, quienes estaban acompañados de efectivos de la Policía Nacional y exhibieron una “orden de servicio” firmada por el cuestionado inspector principal Humberto Rojas, director regional de la Caminera, para justificar el operativo.
Varias personas, incluso familias enteras, fueron retenidas por supuestas infracciones durante el operativo, que fue transmitido en vivo por redes sociales, debido a que algunas personas comenzaron a reclamar a los uniformados por varias irregularidades que se iban presentando durante la intervención, como por ejemplo el hecho de que una motocicleta, propiedad de la Patrulla Caminera, no contaba con la habilitación al día. Así también, un conductor que el día previo había gestionado la cédula verde para su vehículo que acababa de adquirir, en escribanía, pagando G. 2 millones para el efecto, recibió una multa de G. 880 mil, supuestamente, por no contar con la chapa provisoria. El mismo indicó que el Registro del Automotor expide las cédulas y chapas permanentes en un tiempo de cinco días hábiles, por lo que no hay ninguna necesidad de pedir chapa provisoria y que presentó toda la documentación a la Caminera, pero los inspectores “no querían saber nada” y le enchufaron la multa.
BOLETAS TIRADAS EVIDENCIAN “MODUS OPERANDI” DE ZORROS
Pero lo más grave es cuando se encontraron varias boletas de multa, expedidas por la Caminera, arrojadas a un costado de la ruta. Según los presentes, son evidencias más que elocuentes del “modus operandi” de los zorros; es decir, expeden boletas de multa y luego “negocian” con los afectados, quienes acaban cediendo y pagando una coima. En estos casos, la boleta es destruida o arrojada a la calle, y no ingresa al sistema informático de la Caminera.
Uno de los agentes intervinientes fue confrontado con la situación e indicó que se trata de “boletas pagadas, que ya no tienen validez”, su explicación no convenció mucho a los presentes, quienes les gritaron de todo a los agentes que, por momentos, se veían avasallados y sin saber qué hacer ante las críticas de los ciudadanos.
MINTIERON
La referida multa fue aplicada al conductor de un camión Mercedes Benz 814. Era guiado por Reinaldo Ovando, que carecía de habilitación al momento de ser controlado, y en ese caso el rodado tendría que haber sido llevado al corralón, y liberado tras la presentación de la habilitación, y el pago de la multa, pero los agentes le cobraron la multa, le pidieron para la “gaseosa” y le dejaron seguir su camino.
COIMA EN VIVO
Cabe mencionar que La Clave viene denunciando hace semanas que los agentes de la Patrulla Caminera y de la Policía Nacional crearon una verdadera asociación para delinquir sobre las rutas del Alto Paraná. Los jefes de esta rosca corrupta instalada en las rutas del décimo departamento son el inspector principal Humberto Rojas, director regional de la Patrulla Caminera, y el suboficial principal Cristian Cambra, jefe de grupo de los agentes de la Policía que brindan “apoyo” en los controles ruteros, que estaría recaudando directamente para el director de Policía Crio. Gral. Insp. Silvino Leguizamón. Este medio transmitió en vivo el momento en que un agente policial coimeaba con un motociclista que circulaba sin casco y sin chaleco reflectivo.
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