El segundo puente construido sobre el río Paraná, entre Paraguay y Brasil, en la zona de las tres fronteras, pasará a llamarse Puente Integración Jaime Lerner. La propuesta fue impulsada por el diputado paranaense Evandro Román y fue aprobada ayer por la Cámara de Diputados, pese a la abierta oposición planteada por la comunidad y las autoridades políticas de Foz de Yguazú, que aseguran que en ningún momento fueron consultados.
El legislador brasileño tras la aprobación defendió su proyecto señalando que Jaime Lerner, exgobernador del Estado de Paraná y tres veces prefeito (intendente) de la ciudad de Curitiba, siempre defendió la integración. “Su lema era integrar los pueblos con obras. El segundo puente estará uniendo a dos naciones. No solo une a la ciudad de Foz de Yguazú con una ciudad paraguaya, une dos pueblos. Este proyecto de ley tiene como objetivo dar al nuevo puente el nombre de uno de los mayores exponentes de la política, arquitectura y urbanismo nacional, el paranaense Jaime Lerner”, indicó.
El proyecto fue aprobado aun cuando la sociedad de Foz se expresó en contra el proyecto de ley 1984/21, que modifica la actual nomenclatura del paso fronterizo en construcción. El pasado 4 de agosto, la Cámara de Diputados había aprobado que el proyecto pase a tratarse bajo el régimen de urgencia y ayer fue puesto a consideración ante el pleno que la aprobó por mayoría. El proyecto de ley ahora será remitido a la Cámara de Senadores para su estudio y consideración.
En entrevista en Radio Cultura de Foz, el diputado Román explicó que presentó el proyecto a pedido de la Comunidad Israelita del Brasil y de la Comunidad Judaica del Paraná. “Este pedido me llegó, directo de la comunidad judía, porque el nombre integración tiene todo que ver con el nombre de Jaime Lerner. En ningún momento la intención es generar enfrentamientos”, dijo.
Desde el principio, cuando se conoció el proyecto, el Concejo de Desarrollo Económico y Social (Codefoz) y la Asociación Comercial y Empresarial de Foz de Yguazú (Acifi), a través de comunicados a la opinión pública, expresaron su posición en contra del cambio de nombre del Puente Integración Brasil-Paraguay. Aseguran que este nombre es el que más refleja la unión y el entendimiento de la comunidad de la región de las Tres Fronteras.
UNA PLACA
En mayo del año 2019, los presidentes Jair Bolsonaro, del Brasil, y Mario Abdo Benítez, de Paraguay, estuvieron en el local de la construcción del futuro puente para firmar la orden de servicio, autorizando el inicio de la construcción. En aquella ocasión, Bolsonaro anunció que el nombre del segundo puente entre los dos países sería Puente Internacional de la Integración. Sobre donde se realizó la palada inicial, se puso la piedra fundamental en el que fue colocada una placa en recordación a tan importante día.
Esta obras es uno de los emprendimiento más deseado por la comunidad de Presidente Franco que hace más de dos décadas venían peleando para concretar el proyecto, que finalmente se pude hacer realidad con la financiación de la Itaipu Binacional.
SIN PAUSA
La obra avanza sin mayores contratiempos. Este puente será del tipo atirantado. El tramo central estará compuesto por un tablero soportado – en varios puntos de su extensión – por cabos traccionados fijados a la caja de equilibrio. El mástil (“Y” invertida) y los tableros son los que reciben y transmiten las cargas.
Cabe recordar que la obra ya supera un 60% de ejecución y, a la fecha, fueron utilizados cerca de 23.000 metros cúbicos de hormigón, equivalente a 55.200 toneladas de concreto; y unas 18.460 toneladas de acero. Tendrá 760 metros de largo, con columnas principales de 174 metros de altura y con un vano central (espacio que queda entre los dos pilares por donde pasa el cauce de navegación del río) de 470 metros de ancho y más de 60 metros de alto. La inversión de esta obra es de USD 84 millones y está a cargo de Itaipu Binacional.
