
Un tribunal de sentencia condenó ayer al cabo de las deliberaciones, posterior al juicio oral y público, a un depravado que abusó sistemáticamente de su hija biológica de apenas cinco años a sufrir la pena privativa de libertad de 11 años, a ser cumplida en la penitenciaría regional de Ciudad del Este. La parte resolutiva de la sentencia se dio a conocer ayer en la sala uno de juicios orales de la VI Circunscripción Judicial y está firmada por el presidente del colegiado, Serafín González, y los integrantes Fabio Aguilar y Vitalia Duarte, quienes en voto unánime resolvieron sentenciar al encausado I.I.M., de 58 años, como responsable de las agresiones sexuales sufridas por su propia hija.
Los antecedentes del caso refieren que el último hecho ocurrió el 1 de agosto de 2019, en el interior de la vivienda familiar ubicada en el barrio San Antonio del distrito de Tavapy, según la denuncia presentada por la madre de la abusada. Contó que ella trabaja fuera de la casa, circunstancia aprovechada por el pervertido para cometer los abusos que, en principio, no pasaban de manoseos en la zona vaginal, pero posteriormente las sesiones de abuso sexual pasaron al sexo oral, conforme los alegatos finales presentados por el fiscal Orlando Quintana, quien solicitó 15 años de cárcel.
Las pesquisas efectuadas como actos de investigación primaria arrojaron como resultados la existencia de los hechos denunciados, según el informe del médico forense que inspeccionó a la niña víctima. La sicóloga forense también hizo su parte en sucesivas entrevistas con la menor, determinando los daños causados por el criminal pervertido. Quintana presentó el resultado obtenido en Cámara Gesel en carácter de anticipo jurisdiccional de pruebas, que explicó crudamente ante el tribunal de sentencia, que también escuchó a la madre de la niña en carácter de testigo.
La progenitora, enterada de los hechos que le comentó la víctima, la trasladó a la Fundación Apamap, donde le exigieron que radique la denuncia pertinente ante la autoridad competente, quedando a cargo del fiscal el diligenciamiento de la causa. El autor fue imputado, acusado y finalmente condenado ante las evidencias presentadas por la representación pública, que aguarda la lectura completa de la sentencia definitiva de primera instancia para resolver una eventual apelación el caso.