
Pequeños y grandes comerciantes del microcentro de Ciudad del Este aseguran que en las últimas semanas se registra afluencia masiva de compritas. Esto anima al sector que depende del turismo de compras, luego de meses sumamente complicados debido a las restricciones impuestas por los gobiernos de Paraguay y Brasil para frenar el avance del Covid-19. Los importadores esperan un fin de año con un importante volumen de ventas, que permitirá mejorar la economía del comercio esteño.
En las últimas semanas del año en curso, las calles del microcentro de Ciudad del Este tuvieron buen movimiento de turistas brasileños, que llegan en buses o en vehículos particulares para realizar compras, dándole vida nuevamente a la zona comercial.
Al respecto, la empresaria Paola Doldán, del rubro de productos electrónicos, explicó que hay un ingreso masivo de compradores, especialmente desde el segundo semestre de este año. “Hoy estamos recibiendo más turistas y esto va a generar de vuelta los puesto de varias personas, que se quedaron sin trabajo a consecuencia de la pandemia y eso nos motiva bastante”, apuntó la dueña de la tienda Mobile Zone. Acotó que “en este momento, Ciudad del Este se encuentra en un 50% y las proyecciones nos indican que estaremos en un 80% para fines de año y en el 2022 esperamos volver a la normalidad”.
Por su parte, Ever García, uno de los comerciantes del tinglado de las 9 hectáreas, mencionó que en la zona baja las ventas fueron muy buenas. “Hubo más turistas que venían en sus vehículos particulares que en ómnibus. En cuanto a las ventas, en el tinglado ubicado de las 9 hectáreas, los pequeños comerciantes vendieron muy bien”.
Respecto al cambio entre el dólar y real, dijo que no influyó en el volumen de ventas. “La fluctuación en el cambio por lo menos aquí en la zona baja no afectó tanto al comercio; 10 a 12 puntos prácticamente fue la variación, pero no afectó mucho a las ventas”, sentenció.
LOCALES
Según la Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este, en la zona comercial operan unas 5.000 tiendas, de los cuales el 90% dependen del turismo de compras, por lo que la coyuntura en Brasil y Argentina afecta de sobremanera al comercio esteño.