
El Brasil inició la Operación Escudo, que implica un riguroso control en el Puente Internacional de la Amistad, lado brasilero. A raíz de estos exhaustivos controles, se percibe un notable incremento del tránsito de embarcaciones por el río Paraná, que transportan todo tipo de contrabando, personas, drogas y armas. Todo esto con la venia de los efectivos destacados por la Armada Paraguaya, quienes facturan millones, mes tras mes, mediante este sistema ilegal de comercio en la triple frontera.
Desde el lunes, motocicletas, vehículos particulares, taxis, furgonetas y camiones de carga son verificados, en el marco de la Operación Escudo, que involucra a unos 70 fiscales de la Receita Federal brasilera. La barrera de control hace mucho más lento de lo habitual el cruce de frontera entre Paraguay y Brasil. La medida cuenta con el apoyo de perros entrenados para detectar drogas que fueron traídos de otras regiones del Brasil, exclusivamente para esta tarea en la frontera.
Esta acción forma parte del Programa de Protección Integrada de Fronteras (PPIF) y tiene por finalidad el fortalecimiento de los controles, para combatir el contrabando, el tráfico de drogas, de armas y municiones entre otros crímenes, informan autoridades del vecino país.
Sin embargo, estos controles no asustan demasiado a los contrabandistas, quienes incrementaron sus actividades sobre el río Paraná, siempre con la venia y complicidad de los efectivos de la Marina. Según indicaron fuentes fidedignas, aumentó la cantidad de embarcaciones que cruzan desde Tres Fronteras desde que se iniciaron los controles en el Puente de la Amistad.
Con esto, lucra el esquema de recaudación millonaria que opera sobre aguas del río Paraná, bajo mando del teniente Cristian Cardozo, jefe de destacamento del puerto tres fronteras, quien cuenta con el aval del comandante del Área Naval de CDE, capitán de navío Cristian Rotela, y del excomandante, capitán Walter Díaz, quien desde la capital sigue digitando esta rosca, aseguran fuentes fidedignas. De acuerdo a los datos, los militares contarían con la protección del propio comandante de la Armada, Almirante Carlos Velázquez y de su hermano, el vicepresidente Hugo Velázquez.
Nuestras fuentes aseguran que, por cada embarcación, ya sea lancha o canoa, los militares al mando de Rotela y Cardozo, cobran 3 millones semanales, sumando unos 150 millones de guaraníes semanales de “recaudación”. Pese a las denuncias y los recientes acontecimientos, donde incluso los paseros se mataron entre sí peleando por pasajeros y atracaderos, el Ministerio Público del Alto Paraná se mantiene en completo silencio respecto a estas denuncias. Se presume que hay varios agentes fiscales en la “lista de pago” de los marinos coimeros.